Manu no solo ha conseguido tarde tras tarde meterse al público en el bolsillo por su agilidad y destreza para contestar correctamente a las preguntas de Pasapalabra, también le ha ayudado su gracia a la hora de despedirse cada tarde cuando termina el emocionante rosco final.
Su rimas ingeniosas se han convertido ya en un clásico y son uno de los momentos más esperados por los espectadores y el público de plató cada tarde.
En una de sus primeras despedidas, Roberto Leal no pudo evitar compararle con Orestes, quien en su día también nos regaló divertidísimos versos que se convirtieron en todo un hito.
Desde ese momento, Manu nos ha dejado con la boca abierta en cada fin de programa. El madrileño ha conseguido hacer reír a los invitados, pero también emocionarles con sus palabras, como ocurrió con Elena Ballesteros.
El ingenio del joven es tal, que podría venderse como frases en camisetas o tazas. Ana Morgade, por ejemplo, aseguró que podría bordarse en un cojín la dedicatoria de Manu para tenerla siempre.
Pero Manu va más allá de su curioso sentido del humor, el madileño mantiene un intenso duelo con Rosa, su principal rival en la lucha por el bote del programa y que cada tarde disputan una final de infarto que deja sin palabras al público en casa y en plató.
Evolución e historia de Pasapalabra
Pasapalabra apareció por primera vez en la televisión española en el año 2000. Desde entonces, ha sufrido varias adaptaciones que han mantenido su atractivo. El concurso está diseñado para poner a prueba la rapidez mental y el conocimiento de los participantes, quienes deben responder a una serie de preguntas en un periodo limitado para ganar puntos.
A lo largo de su trayectoria, el programa ha cambiado de emisora, pero su esencia se ha mantenido. Esta consistencia en su formato ha sido esencial para conservar la fidelidad de su público, que sigue el programa con pasión.
La mecánica del juego
El formato de Pasapalabra es simple pero efectivo. Los concursantes participan en varias pruebas para acumular segundos que utilizarán en la ronda final llamada "El Rosco". Esta fase es la más representativa y desafiante, ya que los participantes deben completar un rosco alfabético