Paspalabra se ha llenado de nostalgia. Entre las series emblemáticas de Antena 3 en sus 35 años de historia, una de las destacadas es Física o química. Marcó la adolescencia millennial y ahora, en atresplayer, tiene un gran relevo con FoQ: La Nueva Generación. Entre el nuevo reparto, se encuentra Carla Domínguez, que ha visitado Pasapalabra por primera vez, disfrutando de cada una de las pruebas.
Además, el plató del concurso ha sido el escenario del encuentro de Carla con Andrea Duro, que simboliza la primera generación de la serie por su recordado papel de Yoli. “Estoy superilusionada, me parece tan fuerte”, ha afirmado la debutante en Pasapalabra, que ha reconocido que era “muy pequeña” cuando se estrenó Física o química, por lo que se empezó a ver los capítulos cuando la cogieron para su personaje. “Me he visto como la mitad, me encantó”, ha asegurado.
Roberto Leal ha explicado una llamativa coincidencia: “Carla, la primera vez que viene a Pasapalabra, con 19 años; Andrea Duro, la primera vez que fuiste a Pasapalabra, también”. De esta manera, se completa un ciclo con este emotivo relevo en el concurso. “Tenemos unos dignos sucesores”, ha confesado Andrea.
Sigue el duelo
Manu y Rosa ya acumulan 80 duelos juntos en Pasapalabra y, de entre todos, quizá El Rosco de este programa haya sido el más apasionante. Han librado una batalla táctica de altísimo nivel, lleno de incertidumbre hasta el último segundo. Han hecho bueno cada segundo que han logrado en las pruebas, ellos y los invitados porque algunos han estado apoteósicos: Unax Ugalde en el Una de Cuatro con dedicatoria a su hijo y Óscar Martínez en el ¿Dónde Están? con guiño a los rubios.
La igualdad con la que han llegado los concursantes el momento culminante de El Rosco no ha sido tal en toda la prueba. Manu ha llevado ventaja durante la primera vuelta, que ha completado con 19 aciertos. Después, ha preferido especular y Rosa no sólo se ha acercado, sino que hasta le ha adelantado. Los marcadores de los dos concursantes se han encontrado cuando tenían 21 aciertos. El respeto mutuo ha propiciado unos minutos de indecisión a la hora de arriesgar. La igualdad era total, incluso en el tiempo que les quedaba: 5 segundos a cada uno. Por eso, el desenlace ha sido apasionante con sus últimos movimientos en esta trepidante partida.