Terelu Campos se ha cansado de que hablen tanto de ella y la critiquen por su pasado. Desde que Alessandro Lequio abrió la veda en 'Vamos A Ver' hablando sobre el presunto comportamiento de Terelu Campos durante su época de mayor éxito, las llamadas de ex compañeros de trabajo de la colaboradora no han hecho más que multiplicarse.
Y es que han sido muchos los testimonios que hablan de una Terele déspota y caprichosa que manejaba a sus empleados a su antojo y se aprovechaba de su estatus en televisión. En las últimas semanas hemos conocido los relatos de personajes de la televisión como Enrique del Pozo o Marian Conde asegurando que las supuestas prácticas de Terelu eran conocidas por todos. Tras dos semanas en el foco mediático, Terelu Campos se sienta en el plató de su programa y aprovecha para mandar un mensaje a todos esos que critican su profesionalidad:
"Mi intención es poner esto en manos de quien lo tengo que poner. No voy a alimentar más esto, voy a poner las cosas donde se tienen que poner. Solo diré que tengo mi conciencia muy tranquila y que a lo largo de mis más de 40 años de profesión sigo manteniendo relación con un número muy importante de compañeros de todos esos años". Terelu Campos no solo dejaba clara su postura hacia los testimonios que intentan desacreditarla como profesional, también aprovechaba para contar cómo vivió ella en primera persona la época de la que todos hablan: "Cada día de programa ('Con T de tarde') tenía cuatro cámaras nuevos. Todos los días me aprendía su nombre, porque llamarles por 'oye', me horrorizaba. Siempre he querido rodearme de los mejores profesionales porque de ellos y con ellos he crecido profesionalmente. Era un programa humilde por el que trabajábamos muy duro y con el que hicimos grandes audiencias".
Rota en uno de los días más emotivos
Terelu Campos ha vivido este Lunes Santo uno de los momentos más emotivos del año durante su visita a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad Coronada, en Málaga.
Esta Semana Santa tiene un significado especial para la presentadora, ya que es la primera que celebra como abuela, y también la segunda sin su madre, María Teresa Campos, fallecida en septiembre de 2023.
Cumpliendo con una tradición profundamente arraigada en su familia, Terelu no ha querido faltar a su cita con El Cautivo, una de las devociones más importantes de los Campos. Aunque el dolor por la ausencia de su madre sigue muy presente, la presentadora se ha dejado ver visiblemente emocionada, dejando ver cuánto significa para ella este momento.
Desde la parte superior de la iglesia, Terelu contemplaba la figura del Cristo con semblante serio. Minutos después, descendía hasta colocarse a los pies de la imagen. Ha sido entonces cuando, superada por la emoción, no ha podido contener las lágrimas. A pesar de estar de espaldas a la prensa, las cámaras han captado el momento en el que se secaba el rostro, intentando recomponerse.
Poco después, y con un gesto de fortaleza, la hija de María Teresa Campos se giraba hacia los medios con una tímida sonrisa, intentando mostrar serenidad tras un instante de profunda carga emocional.