La de Tamara Falcó ha sido una de las despedidas más emotivas que numerosos rostros conocidos de nuestro país, como Antonio Banderas, Paula Echevarría, o Alejandro Sanz, han dado al Papa Francisco tras su fallecimiento este lunes a los 88 años en su residencia de Santa Marta en El Vaticano.

"Tuve el privilegio de conocer al Papa Francisco, un hombre profundamente comprometido con el Evangelio del Amor, especialmente hacia los jóvenes. Siempre se mostró abierto, coherente y cercano, y hablaba constantemente sobre la importancia de la familia. Su cariño incondicional nos dejó un legado inmenso" comienza el mensaje con el que la marquesa de Griñón ha recordado al sumo Pontífice, que ha acompañado de una imagen de su encuentro con el argentino en diciembre de 2019 cuando visitó la Santa Sede.

"Aunque su partida duele, me consuela saber que ahora está en la gloria de Dios, descansando tras meses de sufrimiento. Su vida, llevada hasta el extremo de cargar con su cruz, es un ejemplo de fe y fidelidad para todos nosotros" ha destacado, confesando que "a pesar de no haber conocido a mis abuelos, veía en Papa Francisco esa figura sabia y paternal que siempre quise tener".

"Como jesuita, él vivió una espiritualidad profunda, marcada por el discernimiento, la oración y el servicio en las fronteras de la Iglesia. Con su vocación, siempre buscó llevar la fe a donde más se necesitaba, trabajando por la justicia social y el diálogo intercultural" ha expresado, "convencida de que el Espíritu Santo lo eligió porque era el Papa que la Iglesia necesitaba en nuestro tiempo". "Su vida, su sacrificio y su ejemplo permanecerán en mi corazón siempre. Bendito sea por siempre!!" ha finalizado muy emocionada.

Unas preciosas palabras sobre las que le hemos preguntado a su marido Íñigo Onieva, que siempre esquivo ante las cámaras ha guardado silencio y ha evitado revelar cómo se encuentra Tamara y si la muerte del Papa le ha afectado profundamente.

Los homenajes fúnebres a Francisco han comenzado este martes temprano con la exposición del cuerpo del Papa, ya vestido con sus atuendos funerarios, en la capilla del albergue de Santa Marta, primer paso de una semana de despedidas multitudinarias. El anuncio, acompañado por imágenes que El Vaticano ha difundido a través de las redes sociales —en otro evidente cambio respecto al rígido protocolo del pasado—, ha coincidido además con la celebración de la primera congregación general de cardenales, órgano supremo en situación de 'sede vacante'. 

Estos encuentros, a los que pueden participar todos los cardenales de la Iglesia católica —tanto los que elegirán al futuro Papa, como los mayores, que solo ofrecen apoyo espiritual— marcan, de hecho, la puesta en marcha de la maquinaria vaticana para los días intensos que El Vaticano se apresta a vivir: la celebración de las exequias y, posteriormente, el cónclave.