Después de unos días intensos disfrutando de la Semana Santa y de planes en familia, Anabel Pantoja sorprendía a sus seguidores al compartir una imagen inesperada desde el hospital. Lo que parecía ser una simple revisión médica terminó convirtiéndose en una operación urgente. El motivo: un problema de salud que llevaba arrastrando desde el nacimiento de su hija Alma, el pasado noviembre. Ahora, tras la intervención, Anabel Pantoja ha dado la última hora sobre su estado de salud: "Se me ha puesto morada".
Lo que comenzó como algo menor
La influencer relató que todo empezó poco después del parto. Al quitarse unos pendientes, notó que en apenas unos días los agujeros de sus orejas se cerraron. Al cabo del tiempo, comenzaron a aparecer unos bultos en su oreja derecha. En un principio, pensó que eran granos infectados, pero al acudir al médico descubrió que se trataba de quistes de inclusión térmica, una afección conocida también como “quistes de piel”.
Una operación sencilla, pero necesaria
Aunque la intervención fue rápida —apenas duró 30 minutos y no requirió hospitalización—, resultó crucial para evitar complicaciones. “El médico me dijo que uno de los quistes parecía un garbanzo. Si no lo hubiéramos quitado, habría sido peor”, explicaba Anabel ya desde casa, donde se recupera favorablemente. Afortunadamente, la operación fue un éxito.
Ahora, la influencer ha publicado una story en su perfil oficial de la red social de Instagram donde muestra cómo se encuentra, señalando que la herida "se me ha puesto morada".

¿Por qué esperó tanto?
Con sinceridad, Anabel confesó que desde el nacimiento de su hija no había prestado atención a sus propios síntomas. “El error fue priorizar siempre otras cosas”, comentó. Finalmente, decidió operarse en una clínica estética, ya que su ambulatorio habitual no podía atenderla y ella quería un resultado estético cuidado.
Un mensaje claro: “Escucha a tu cuerpo”
Fiel a su estilo cercano, Anabel compartió con sus seguidores todo el proceso, incluyendo imágenes de los quistes extraídos y el estado actual de su oreja con puntos de sutura. Aprovechó para lanzar un mensaje de concienciación: “Hay que estar atentos a los síntomas, aunque no duelan”, dijo. Espera que pronto le retiren los puntos y que todo vuelva a la normalidad.
El lado humano de una influencer
Visiblemente emocionada, Anabel también quiso agradecer el trato recibido por parte del equipo médico. “Me trataron de maravilla. Incluso lloré en quirófano y la enfermera me cogió la mano”, compartió con la voz entrecortada, demostrando, una vez más, su sensibilidad.
Esta experiencia ha servido para recordar a su comunidad la importancia de cuidar la salud, incluso cuando la vida se llena de nuevas prioridades, como la maternidad. Porque detrás de las redes sociales, del maquillaje y las luces, también hay personas reales, con miedos, emociones y mucha fortaleza.