La "pelea" entre el consejo de informativos de RTVE y el programa "La familia de la tele" no ha hecho más que empezar. A las críticas de sindicatos como USO y CCOO, que cuestionaron la idoneidad de este formato en la televisión pública, se suman la de históricos profesionales como María Escario y, ahora, un contundente comunicado del consejo de informativos titulado: "En defensa de la credibilidad de RTVE".
El comunicado hace referencia a Marta Riesco, reportera del programa, que fue enviada a Roma para cubrir el cónclave en el Vaticano. Durante la única conexión que hizo con el programa, Marta entrevistó a un trío de monjas que estaban pendientes de la elección del nuevo Papa. Además, el programa emitió un reportaje sobre la tienda en la que se confeccionan los trajes que visten las máximas autoridades de la iglesia católica.
Al día siguiente, lejos de amilanarse, la reportera se dejó ver por las calles de Roma, micro en mano, para visitar la casa de la difunta Rafaella Carrá. Allí, ademas de explicar que la vivienda no se vende por culpa del "gafe" , la reportera cruzoó la calle cantando la canción "Hay que ir al sur" a voz en grito. Sí, sí, la de "para hacer bien el amor hay que venir al sur...". En plató, las risas de sus compañeros y en pantalla, un rótulo en el que podía leerse "Riesco de hablar en italiano". Vamos una respuesta al más puro estilo "Sálvame".
Rebelión interna en RTVE
"El Consejo de Informativos de TVE urge a la presidencia y al Consejo de Administración de RTVE a actuar para que el programa 'La Familia de la Tele' no merme la credibilidad de nuestros servicios informativos ni perjudique nuestra imagen de marca", aseguran los profesionales de la corporación en Torrespaña.
Según sigue el comunicado publicado en redes sociales, "los profesionales de la información de esta casa llevan largas jornadas en Roma informando con seriedad y rigor sobre el cónclave por la elección del nuevo papa. Ayer, 'La familia de la tele' envió a una de sus colaboradoras a Roma, a un evento claramente informativo, utilizando el micrófono de TVE. Ni el tono ni la forma de este programa es lo que se espera de una televisión pública en un evento de esta importancia. Nuestros profesionales y nuestros espectadores merecen respeto".