Pasapalabra está en shock desde que Rosa se despidió. "Gracias por el buen rollo, han sido programas muy divertidos", confesó la concursantes gallega para sorpresa de todos. Nadie, ni público, ni invitados, ni Roberto Leal ni por supuesto Manu, su gran rival desde que entró en el concurso, se esperaban que Rosa dijese adiós. No al menos sin salir el bote, que ya supera en estos momentos los 1,6 millones de euros.
Rosa empezó el programa en la Silla Azul, enfrentándose a Fernando, un abogado madrileño. "Las rosadas te condenan a la Silla", dijo la gallega nada más empezar. Pero Rosa puede con eso y con más, y en pocos minutos logró salir de la zona de peligro y reencontrarse con Manu.
"Esto va por rachas. Depende cómo estés mentalmente. Hay días que se me da muy bien y días que no", confesó Rosa a una pregunta formulada por Roberto Leal. Ni para ella ni para Manu fue el día en la prueba musical de La Pista. "Llevamos cinco años aquí y esto nunca nos había pasado. Que aquí fueseis igual igual igual, que la música os pasase por encima... Pero está bien, pasamos un ratito agradable", señaló Leal.
Lo dijo durante la canción "Ay qué gustito pa' mis orejas", de Raimundo Amador. Nada más sonar, Roberto Leal exclamó: "¡Temazo!". Pero Manu y Rosa estuvieron más que perdidos. "A mí me da igual el año ya", dijo entre risas Manu en referencia a la pista que da siempre el presentador, apuntando el año de lanzamiento del éxito. "No sé, sinceramente. Podría inventarme palabras, pero...", confesó, por su parte, Rosa. "Nada, nada", añadió Manu cuando le llegó su turno.
Antes del esperado Rosco entre Manu y Rosa, llegaron las palabras de despedida. "Quería despedirme de nuestros invitados", introdujo la gallega, en referencia a Marina Castaño, Cristina Medina, Armando del Río y David Castillo. "Quería deciros que gracias por vuestra positividad y buen rollo, han sido programas muy divertidos, y al equipo agradeceros también los segundos y mucha suerte a los cuatro", pronunció.
Después vino su brillante participación en el Rosco. Rosa dejó boquiabiertos al público, con un penúltimo turno de doce aciertos seguidos. Y no solo eso: terminó la primera vuelta con 21 letras en verde. Finalmente, se plantó con 22 aciertos.
Esa rapidez para responder, y encima bien, pilló a Manu con el pie cambiado. En ese momento, tenía 18 aciertos. "Tienes que sacar cuatro para empatar", le advirtió Leal. Pero Manu arriesgó y falló. Una, dos y hasta tres veces. Tampoco tenía nada que perder. Y con el apellido fallido de Martínez se tuvo que ir directo a la Silla Azul.
Pasapalabra es un formato de concurso televisivo que combina elementos de agilidad mental, conocimiento general y entretenimiento, logrando atraer a una amplia y diversa audiencia. El núcleo central del show es una serie de pruebas lingüísticas y de conocimiento que los concursantes deben superar para avanzar a la fase final. El objetivo último es completar correctamente un rosco de palabras, conocido como "El Rosco", una rueda de 25 definiciones, cada una correspondiente a una letra del abecedario, en un tiempo limitado. Esta última fase es la parte más icónica y esperada del programa.
El concursante que logra acumular más puntos al final de las rondas preliminares accede a "El Rosco", una prueba que requiere tanto rapidez mental como un amplio repertorio de conocimientos generales. Cada acierto suma al contador, mientras que los errores penalizan al concursante. En caso de fallar una respuesta, el concursante puede optar por utilizar el recurso de "pasapalabra", que le permite saltar temporalmente esa definición y continuar con el siguiente término, gestionando así estratégicamente su tiempo.