Las primeras 24 horas de José Carlos Montoya tras la final de 'Supervivientes' -donde partía como uno de los grandes favoritos a hacerse con los 200.000 euros de premio, y quedó en tercer lugar por detrás de Borja González y de Álvaro Muñoz Escassi- han dado para mucho.

Como él mismo reconocía en el encuentro ante los medios que han tenido los finalistas del reality este miércoles a mediodía en Mediaset, su primera noche de vuelta a la 'normalidad' no durmió nada, ya que en su reencuentro con sus padres, sus primos y sus amigos más cercanos después de más de 100 días separados, estuvieron hablando y poniéndose al día hasta altas horas de la madrugada.

Una conversación con los suyos que le habría servido para darse cuenta de que ahora no quiere tener nada con Anita. A pesar de que su reconciliación parecía un hecho en Honduras -protagonizando escenas de amor y pasión en las últimas semanas de concurso- algo ha cambiado en Montoya, que como ha asegurado Alexia Rivas en 'Vamos a ver', ha roto fulminantemente con la catalana sin darle ningún tipo de explicación.

Algo que él mismo confirmaba 'con matices' en su reaparición ante los micrófonos de Europa Press, confesando que aunque ahora necesita tiempo -y cree que ella también- no se cierra a nada en un futuro.

Poco después, y dejando claro que su relación continúa siendo maravillosa, Montoya y Anita -cargando con su gorila de peluche- abandonaban juntos las instalaciones de Mediaset derrochando confidencias aunque sin intercambiar ningún gesto de cariño, despidiéndose con un gran abrazo de su compañero Borja.

A continuación, aunque sin las cámaras como testigos, la pareja se separaba y en andaluz se ponía de nuevo el bañador burdeos que no se ha quitado en todo el concurso para revolucionar las calles de Madrid paseándose de esa guisa mientras grababa un reportaje.

Con el sentido del humor y la alegría que le caracteriza, Montoya derrochó risas y simpatía con un grupo de fans con las que no dudó en fotografiarse en traje de baño, antes de cumplir con varios compromisos profesionales en los que se le vio de lo más pensativo y pendiente de su móvil.