Anita Williams ha acudido a '¡De viernes!' para hablar por primera vez de su historia personal, un camino de superación que muy pocos conocían. "Un poco nerviosa", pero con ganas de que se sepa su verdad, la exconcursante de 'La isla de las tentaciones' y 'Supervivientes' se ha abierto en canal.

Después de arreglar sus diferencias en Honduras, Anita y Montoya 'rompían' su paz este jueves en la gala del formato. Ambos aseguraron sentirse decepcionados y después del programa, ella se fue a la habitación con su madre y "lloré mucho porque me sentía como culpable de haber dicho algo que es verdad".

En cuanto a su adolescencia, ha explicado que "fue dura" porque "pasé por una etapa de bullying en el colegio" y eso le hizo "rebelde y me empecé a juntar con lo peor del colegio y después con lo peor de Barcelona, gente que robaba en tiendas y demás".

Una actitud conflictiva que también tenía con sus seres queridos, ya que "a mí madre se lo he hecho pasar muy mal, le hacía llorar conscientemente, le decía que era la peor madre"... pero lo peor llegó cuando "cogí una camiseta en una tienda con un DNI de otra persona, a esa persona le llegó la denuncia y me denunció".

Fue entonces cuando "me pusieron una condena" que no cumplió de manera completa y "a los tres o cuatro años" la condenaron a prisión por "quebrantamiento de condena". "Pasé cuatro meses, me lo tomé como una película y me junté con la ruina de allí dentro", ha confesado.

"Allí aprendí a quien no quería ser, esa persona que no paraba de hacerle sufrir a mi madre hasta sin querer", ha relatado. Se adaptó a su vida en prisión porque coincidió con "personas normales, unas que han tenido delitos súper graves, otras como tonterías... y al final son personas".

Lo peor de su estancia en prisión fue "el agobio de estar encerrada en cuatro metros si llega" y también el conflicto que tuvo con la novia de una presa porque "se pensaba que me estaba liando con su pareja y un día saliendo del comedor