Seguro que conoces o has oído hablar de la pastelería rural de Cabo Busto, en Valdés. Sus exitosos dulces, elaborados por Jonathan González, ya los vende hasta el gigante comercial de El Corte Inglés. Pero quizá no sepas que a quince minutos de Gijón, en Quintueles (Villaviciosa), hay otra confitería con la misma calidad y filosofía que la valdesana. Se trata de Verde Menta, con Inés Alonso a la cabeza. Sus elaboraciones (tanto dulce como saladas) conquistan los paladares más exigentes y triunfa en redes sociales.

Abrió su obrador hace cuatro años en la casa familiar de su infancia ofreciendo desayunos y meriendas en el campo y ya suma más de 18.000 seguidores en Instagram. Gracias a la visita de numerosos influencers gastronómicos y a sus buenas (y justificadas) reseñas, Verde Menta ha disparado su popularidad. La pastelería no pilla de paso; hay que ir hasta allí, hasta la carretera de Rovigo, en Quintueles.

Inés Alonso hornea cada mañana sus dulces en una casita verde y de piedra con un jardín de mesas y sillas de madera que parece salida de un cuento. La carta de Verde Menta incluye un poco de todo: pasteles, tartas, bizcochos, brownies, palmeras, croissants, mojis... Hasta empanadas de atún, carne, cecina, pizza...Todo rico y con una presencia exquisita. Hasta julio, la joven pastelera de Quintueles trabaja de martes a viernes solo por encargo (los lunes cierra). Los sábados, domingos y festivos abre al público de 9.00 a 14.00 horas. En pleno verano, en julio, agosto y septiembre, cambia el horario: lunes están cerrados, de martes a jueves solo abre para recogidas de encargos, y viernes, sábado, domingos y festivos despacha de 9.00 a 14.00 horas.

Verde Menta tiene elaboraciones originales como abelicos (es una base de croiisant caramelizado) kinder o de kit kat, una napolitana de doble chocolate, tarta de Ferrero, tarta de Kinder... Y tiene pasteles que va variando cada mes: de miel con nueces, carrot cakes, de caramelo y plátano, de Ferrero, de arroz con leche... También vende unos bombones llamados "rocas de Rovigo", que son elaborados con cinco combinaciones de chocolates y rellenos diferentes.

¿Y los precios? Una palmera de hojaldre cuesta 2 euros, un croissant de mantequilla 1,80, un croissant de almendra 2,20, un moji 1,90, las tartas rondan los 35 euros y las empanadas para cuatro raciones cuestan 7,50 euros, mientras que las de 6 a 8 raciones 15 euros.

Inés Alonso conquista a todos los creadores de contenidos digitales que pasan por su pastelería. El último fue @vycandfood, de León y con más de 38.000 seguidores en Instagram, que se refiere a Verde Menta como "la pastelería más viral de Asturias". El influencer David Vila probó seis dulces y... ¿el resultado? "Buah, cómo está chaval. Vaya maravilla. Brutal. Me quedaría a vivir aquí y me los comería todos los días para desayunar", dice.

La artífice de estos dulces es guía turístico, pero se acabó formando en pastelería. Tuvo negocio propio y obrador hace años en Gijón, después regentó un pequeño local al lado de Casa Kilo (Quintes) en el que vendía fundamentalmente empanadas y luego se fue a vivir a Irlanda. Inés Alonso regresó justo antes de la pandemia y decidió volver a emprender. En esta ocasión en Quintueles con Verde Mente. Y el éxito es total. El año pasado su bombón "Atapecer", una mezcla de chocolate con leche, naranja y avellana, quedó subcampeón en el Salón de Alimentación y Equipamiento del Norte de España (Salenor).