San Antón Abad regresa a Paniceres: "Esta es una fiesta muy guapa y querida por los vecinos"

La cita volvió a celebrarse este fin de semana por primera vez tras la pandemia en la localidad de Villaviciosa y coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario de la restauración de la capilla

Asistentes a la fiesta de San Antón Abad en Paniceres.

Asistentes a la fiesta de San Antón Abad en Paniceres. / Vicente Alonso

Vicente Alonso

Los vecinos de la localidad villaviciosina de Paniceres, en la parroquia de Santa Eugenia, celebraron este fin de semana una fiesta «grande» en honor a su patrono San Antón Abad. Paniceres es una de las aldeas con menos habitantes de Villaviciosa: solo media docena residen habitualmente, pero el festejo reunió a medio centenar de asistentes de la propia parroquia, otras limítrofes, y la mayoría llegados desde Gijón, Oviedo, o Avilés, personas que son descendientes de personas nacidas en la localidad.

”Esta es una fiesta muy guapa y querida por nosotros, porque precisamente este sábado se cumplieron los 25 años de la restauración de esta capilla, en la que participaron con mucho trabajo los propios vecinos inaugurándose en el año 1998, en compañía del por aquel entonces Arzobispo de Oviedo Don Gabino Díaz Merchán. Esta es la única misa que se celebra anualmente en la capilla, a las demás celebraciones vamos a la iglesia parroquial de Santa Eugenia“, explica Pedro Llera uno de los impulsores de la celebración.

Los actos comenzaron con la solemne misa en honor al Santo oficiada por el párroco Néstor Andrés Atampiz Ríos, para continuar con la procesión animada por una gran descarga de voladores,  y la música asturiana de la gaitera local Irene Pedrayes. Al finalizar, los asistentes tuvieron un emotivo recuerdo para un vecino muy querido, José Antonio Llera, recientemente fallecido y que fue uno de los participes de la restauración de la capilla.

El sábado tuvo también lugar como parte del festejo fue un almuerzo de hermandad para compartir viandas aportadas y preparadas por los propios vecinos, donde no faltó la sidra casera para brindar por una celebración que no tenía lugar desde antes de la pandemia.