Un estudio reconstruye el aspecto de las figuras de la iglesia de La Oliva destruidas parcialmente en la Guerra Civil

El número 55 de la revista Cubera publica el informe del profesor Carlos Hevia que pone rostro a las tallas sin cabeza del exterior del tempo

Vicente Alonso

Villaviciosa recupera parte de su historia al devolver su identidad a las figuras de la fachada de La Oliva, el originario templo parroquial de la villa tras su fundación medieval. El conjunto escultórico reproducido en las columnas de la arcada de la entrada resultó muy dañado durante la Guerra Civil, pero con los atributos que se intuyen en la piedra más el apoyo de documentación gráfica existente anterior a los destrozos se ha hecho posible reconstruir lo que fue el mensaje de una composición dedicada a la Virgen María.

Todo ello se detalla en la publicación de la asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa, que saca a la luz el trabajo del profesor Carlos Hevia, que ha tratado de reconstruir los restos escultóricos observables a la vista apoyándose en las muy escasas fotografías o grabados disponibles, para devolverles rostro, atributos y, por consiguiente, nombre. Es el artículo que abre el número 55 de la revista Cubera, que tiene además un recuerdo homenaje hacia su principal impulsor, Etelvino González, fallecido hace justamente un año.

Grupo escultórico de la izquierda en la entrada a la Iglesia de Santa María de La Oliva.

Grupo escultórico de la izquierda en la entrada a la Iglesia de Santa María de La Oliva. / Vicente Alonso

El conjunto escultórico de La Oliva orienta todo el protagonismo de la escena hacia el segundo arco desde el interior. En la columna de la izquierda está el arcángel Gabriel frente a una Virgen María que aparece ya con evidencias de su embarazo. Es la escena de la Anunciación, la advocación a la que está dedicada esta iglesia y que ejerció el patronazgo de Villaviciosa hasta su sustitución por la Virgen del Portal ya en el siglo XVIII, resume Ángel Valle, actual director de la publicación y presidente de la asociación.

En el siguiente arco hacia afuera estarían, “a la izquierda, el obispo San Ildefonso, a quien se atribuye la festividad de la Virgen de la Esperanza, y a la derecha San Catalina de Alejandría, martirizada sobre una rueda dentada como la que reconoce aún en su mano”, si nos dejamos guiar por las indicaciones del profesor Hevia. En el arco exterior aparecerían Santa Apolonia, a la izquierda, y San Bernardo de Claraval, identificable por su hábito de monje y el libro abierto que porta en sus manos. Y en el primero por el interior, San Antonio Abad a la izquierda, con su bastón y un jabalí o cerdo a sus pies, y a la derecha, quizás San Ivo de Chartres, aunque Carlos Hevia reconoce que es la figura sobre la que mantiene más dudas.

Arco de entrada a la Iglesia de Santa María de  La Oliva

Arco de entrada a la Iglesia de Santa María de La Oliva / Vicente Alonso

Se apoya este investigador en los atributos de las propias imágenes, cuando es posible, pero también en la iconografía medieval que pudiera resultarnos contemporánea o aplicable a este contexto. “San Ildefonso, San Bernardo y San Ivo son tres figuras de reconocido prestigio mucho antes de la construcción de La Oliva y coinciden como impulsores del culto a la Virgen María”, explica Carlos Hevia, que encuentra también coincidencias en el otro grupo de imágenes. "Santa Catalina, San Antonio y Santa Apolonia aparecen en una tabla gótica de la parroquia oscense de Capella, es una obra en madera y de un siglo y medio más tarde, aproximadamente, pero las tres figuras aparecen junto a San Juan a la derecha del Crucificado”, añade.

Iglesia Santa María de la Oliva

Iglesia Santa María de la Oliva / Vicente Alonso

Por otro lado, el número 55 de la revista Cubera dedica su portada a Etelvino González, fundador y presidente durante muchos años de la entidad, e Hijo Predilecto de Villaviciosa. Fallecía hace hoy un año y recibirá el recuerdo afectuoso de sus amigos y vecinos en una misa por su memoria que se celebrará el próximo sábado. En el momento de su fallecimiento, la complicada situación sanitaria aconsejó a la familia que los actos fúnebres no tuvieran carácter público. Su aniversario, por tanto, permitirá a sus numerosos amigos paliar en parte el vacío de aquella despedida.