El futuro de un valioso patrimonio de Villaviciosa: La cultura del azabache será Bién de Interés Inmaterial

El proceso durará un máximo de dos años y la decisión final dependerá de Patrimonio, la Academia de la Historia, la Universidad y el RIDEA

Asistentes a la muestra sobre azabache en la Casona de los Hevia.

Asistentes a la muestra sobre azabache en la Casona de los Hevia. / Luján Palacios

La Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo ha iniciado el proceso para que la cultura del azabache sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial. El Boletín Oficial del Principado ha publicado este jueves la resolución por la que se incoa el expediente que permitirá otorgar protección patrimonial a esta industria artesana, "dada su incontestable relevancia cultural y social desde hace siglos, especialmente en la zona de Les Mariñes, en Villaviciosa", subrayan fuentes del departamento que dirige Berta Piñán.

"La cultura del azabache también posee una estrecha vinculación con el Camino de Santiago desde la Edad Media. La ruta jacobea contribuyó extraordinariamente al desarrollo de la artesanía y la talla del mineral por toda Europa", destacan las mismas fuentes. La relevancia de la actividad azabachera en Compostela está sobradamente acreditada, al igual que sus conexiones con los artesanos asturianos, ya que el Principado poseía el yacimiento más cercano del mineral.

El proceso administrativo para declarar BIC la cultura del azabache se prolongará un máximo de dos años y recabará informes de la Academia de la Historia, la Universidad de Oviedo y el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). Posteriormente, será el Pleno del Consejo de Patrimonio el encargado de aprobar definitivamente la protección patrimonial, siempre en caso de que, como se espera, todos los dictámenes sean favorables.

La existencia de un yacimiento de azabache de excepcional calidad en Asturias permitió desde tiempos inmemoriales su explotación minera y su aprovechamiento artesanal, surgiendo una cultura basada en las cualidades de este singular mineral. Esta trayectoria histórica y artística se identifica con un área geográfica determinada, Les Mariñes de Villaviciosa y sus inmediaciones, donde pervivió la tradición minera hasta hace un par de décadas y en la que se concentra el mayor número de artesanos que aún siguen vinculados al azabache.

 El azabachero elabora y comercializa dos tipos de productos: piezas tradicionales de las que generan una gran producción (por ejemplo, ciguas que se venden mayoritariamente al mercado compostelano y asturiano), y otras de joyería que salen de talleres en los que se define un estilo propio, trabajando el diseño y una elaboración distintiva e innovadora, en una línea que incorpora nuevos materiales.