El consumo de sidra con Denominación de Origen Protegida (Dop) sigue en aumento y alcanza ya cifras similares a las de antes de la pandemia. El consejo regulador entregó el año pasado 4.325.000 contraetiquetas para otras tantas botellas, lo que supone un incremento del 6% respecto a 2021. “Esperábamos más”, reconoció el presidente del organismo, el cosechero Guillermo Guisasola. “Cuando no es la pandemia es la inflación o la guerra, pero aun así hemos crecido y eso es lo importante”, agrega.
La sidra natural se vende mayoritariamente en Asturias, aunque el año pasado se incrementaron ligeramente las ventas fuera de la región, que pasaron del 5 al 6%. Por su parte, la variedad espumosa se divide en un 50% entre ambos mercados. Aunque el dato que más destaca es el incremento de las ventas de sidra DOP en tiendas propias. Es decir, en los llagares. Algo a lo que ha contribuido el proyecto Sidraturismo, que nació de un grupo operativo financiado por el Gobierno regional y que ha comenzado a dar sus frutos.
Además, el año pasado se entregaron 3.252.731 kilos de manzana de las variedades de alta calidad autorizadas por el consejo para la sidra de denominación, lo que supone un 11,5% más que hace dos años, y se elaboraron un total de 2.331.650 litros. Donde ha habido un ligero bajón es en las sidras naturales espumosas, que decrecen un 13% y se sitúan en 134.000 contraetiquetas.
La suspensión de las restricciones ha permitido al sector comenzar a recuperarse de los dos últimos años, teniendo en cuenta que el 82% de las ventas de sidra natural son en hostelería. "Cada vez hay una mayor aceptación del consumo de producto con denominación de origen gracias al aumento de la sensibilidad por consumir productos sostenibles y de cercanía", destacó Guisasola.
El cosechero defendió el producto regional frente a profesionales que, "con o sin mala intención, entienden que pueden utilizar esa denominación para cualquier producto". "Usan expresiones para hacer una competencia desleal, pero solo esta es sidra de Asturias", afirmó.
Por su parte, la directora general de Agroalimentación, Begoña López, destacó durante el acto de presentación del balance anual, celebrado este jueves en Villaviciosa, las buenas cifras del sector. "Se está haciendo un gran trabajo promocionando la cultura sidrera. Yo creo que este año por fin vamos a ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y se va a poner la sidra de Asturias en el sitio que se merece", indicó. "Lo importante", añadió, es “que los llagares estén unidos a la hora de promocionar la sidra y cualquier producto amparado bajo la Dop y la marca Alimentos del paraíso’”.
Una de las novedades para este ejercicio será la celebración del campeonato del mundo de escanciadores en el Salón Gourmet de Madrid, lo que permitirá dar aún más a conocer la cultura sidrera. "Tenemos que defender el escanciado. No se puede perder, porque es algo que nos diferencia del resto", señaló, por su lado, Daniel Ruiz, gerente de la DOP. En este sentido, el consejo regulador está trabajando de la mano de la patronal hostelera Otea en la creación de un certificado de profesionalidad que se espera pueda estar pronto en marcha.
El consejo regulador tiene como objetivo el control y la promoción de la denominación de origen. Solo sus etiquetas garantizan que la sidra ha pasado unos estrictos controles de calidad y que la manzana es asturiana. En la actualidad, la denominación de origen cuenta con 32 llagares, 376 cosecheros, 821 pomaradas y 944 hectáreas de cultivo.