Tras más de tres décadas dedicado laboralmente a la construcción y una vez que cerró la empresa donde trabajaba en Llanera, Jorge Arenas Castro retornó a su Poreñu natal en Villaviciosa y decidió dar un giro a su vida con el autoempleo: emprendió y creó su propia firma dedicada a servicios forestales y agrícolas. Nunca es tarde para empezar de nuevo si hay ganas y se saben ver las oportunidades, destaca este hombre de 54 años que con la crisis de los precios de la energía ha incorporado a su negocio la venta de leña cortada con servicio a domicilio.

“La madera está siendo una opción buena y más barata como fuente natural de energía para calefacciones que está teniendo una demanda creciente. Antes en casi todas las casas de los pueblos tenían y cortaban su propia leña. Sin embargo, ahora hay mucha gente mayor que no puede cortarla, y los nuevos vecinos que están llegando a las zonas rurales no tienen leña propia», explica Arenas, quien asegura que la calefacción por leña "produce un calor que aguanta muy bien".

Comenzó su nueva vida laboral, a poner en marcha su empresa, en 2016, con desbroces, limpiezas de montes o praos o ensilados, entre otros, un trabajo que conocía bien porque estas tareas las conocía desde joven porque eran las que siempre habían hecho sus padres y abuelos y le tocó ayudar. Pero, ahora, como complemento a estas actividades, ha sumado en este invierno la venta de leña cortada con servicio a domicilio. Sirve a hogares con estufas, chimeneas y antiguas cocinas de carbón. "Es una buena alternativa al importante aumento de los precios de la electricidad y los carburantes", sostiene.

Sobre los tipos de madera que más demandan los clientes dice que son “el roble y eucalipto, que dan mucho calor, el castaño, el abedul y me piden mucho madera de fresnu porque también quema en verde", explica, si bien también señala que muchos otros "las solicitan mezcladas”.

Mucha de la leña de la que vende, señala, es la que proviene de la limpieza de fincas que se volvieron monte y que trabaja para que se recuperen como prados. Los pedidos de los clientes los lleva en remolques a partir de 2.000 kilos y con un precio de 200 euros, sirviendo principalmente a chalets, casas de pueblos, segundas residencias, pisos e incluso a algunos alojamientos rurales de los concejos de la Comarca de la Sidra.

“Ante el incremento de precios de otras energías, esta puede ser una alternativa más sostenible, económica y ecológica, a la vez que se aprovechan nuestros recursos naturales”, incide Jorge Arenas desde su almacén de leña en La Torre, en Poreñu.