La Asociación Azabache Jurásico de Villaviciosa inauguró este sábado en la Casa de los Hevia la novena edición del Certamen de Azabachería "Eliseo Nicolás", que se celebra hasta el día 9 con una amplia y detallada muestra sobre el mineral, sus diferencias con otros materiales como el lignito, la creación artesana y la tradición extractiva y creativa de la zona de Oles y Quintueles. Una edición en la que no hay concurso entre los artesanos debido a la falta de azabache. "La situación es crítica, tenemos acceso a muy poco material nuevo. Los que llevamos años tenemos algo de reserva, pero los que empiezan no. Hay interés, pero se desinfla porque, como nos dicen, ¿con qué lo hago?", lamenta María Díaz, artesana y presidenta del colectivo.
Los azabacheros se encuentran sin acceso a la materia prima. Por eso es clave el estudio impulsado por la asociación de artesanos para abordar una investigación científica en colaboración con el Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (INCAR), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que determine las diferencias entre el azabache y el lignito para poder certificar la extracción minera. "Parece que va para adelante y que hay voluntad administrativa, una vez que esté hecho será el momento de plantearse abrir una mina, porque tenemos que ir por partes. Primero, hay que diferenciar lo que es lignito de azabache", precisa Pérez, quien dirigió una interesante y amena visita guiada por la muestra en la jornada inaugural del certaman.
Esta certificación del auténtico azabache no es necesaria solo para los artesanos y defensores del mineral, sino que también los es para los consumidores, pues la mayoría de piezas de joyería que se venden anunciando el material suelen ser lignitos, como el conocido como azabache de Georgia.
Los asistentes a la inauguración del certamen pudieron conocer las diferencias científicas entre los minerales con varios paneles y muestras de distintos materiales. Pero también se acercaron a la historia artesana del azabache desde sus primeras creaciones paganas, como las conocidas cigüas de protección y fertilidad, hasta la cristianización de estos elementos decorativos y el inicio de la producción de cruces y rosarios, por ejemplo. Una transición histórica que explicó la artesana con multitud de detalles como que la cigüa más antigua de la que se tiene constancia es azul y proviene de Egipto. "Las trajeron los árabes", precisó.
También hay una parte dedicada a la Cofradía de Azabacheros Nuestra Señora del Rosario, creada en 1604, en la que se puede conocer la actividad extractiva del azabache en la zona de Les Mariñes. En ese sentido, la presidenta de la Asociación de Vecinos San Clemente de Quintueles, Yolanda Cotiello, comentó que gracias a un vecino ya fallecido, Antonio García, cuentan con todos los documentos y legajos históricos transcritos que les dieron a conocer una intensa actividad minera en la zona y grandes artesanos. De hecho, la tradición es tal en la parroquia, que cada vez que nace un niño o una niña se le pone una cigüa de azabache en la cuna como símbolo de protección.
La muestra permanecerá abierta hasta el 9 de abril en la Casa de los Hevia de 10.30 a 14.30 horas y de 16.30 a 20.00 horas, excepto el día de la clausura, cuyo horario será de 11.00 a 14.00 horas.