Una labor científica de excelencia en Villaviciosa: premio al Serida por sus tres décadas de investigación sobre la sidra y sus derivados

El área de tecnología de los alimentos del organismo recibirá el domingo un galardón en la Feria de la Ascensión de Oviedo

El equipo del área de Tecnología de los Alimentos del Serida.

El equipo del área de Tecnología de los Alimentos del Serida. / R. A. G.-O.

El equipo del Área de Tecnología de los Alimentos del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) ha sido galardonado con el ‘Premio a la Investigación 2023’, concedido por Caja Rural de Asturias como reconocimiento a su trayectoria y su labor investigadora desde los años noventa en el campo de la sidra y sus derivados. La entrega tendrá lugar este domingo, a las 12.30 horas, durante el homenaje a los "paisanos del año" que se realiza en el marco de la Feria de la Ascensión de Oviedo.

El trabajo que realizan en esta área está enfocado a la mejora de los métodos tradicionales de elaboración, el desarrollo de nuevos productos, la caracterización de microorganismos autóctonos, la selección clonal para la obtención de material vitícola certificado y la caracterización ampelográfica, molecular y enológica de variedades de vid autóctona.

Una de sus últimas líneas de investigación se centra en la reutilización de la magaya y las borras que sobran en los llagares. Estos subproductos tienen extractos antiobesidad, antioxidantes y antidiabéticos que permitiría usarlos como sustratos de bajo coste favoreciendo su transformación biotecnológica mediante el uso de microorganismos para obtener productos como el manitol y aceites microbianos.

El objetivo ahora es analizar la viabilidad del uso de las borras y la magaya como ingredientes en la dieta de los peces, así como su utilidad para elaborar productos sin gluten y zumos de manzana enriquecidos.

“Todas estas estrategias, ejecutadas en colaboración con industrias de diferentes sectores (gestión de residuos, elaboradores de sidra y alimentos) proporcionará a la comunidad científica un mayor conocimiento e información técnica sobre el potencial de valorización de los subproductos de la sidra y permitirá crear nuevos modelos de negocio basados en procesos sostenibles, competitivos respetuosos con el medio ambiente, contribuyendo a una mejora de la economía y la creación de empleos verdes”, explican en el Serida.