Arranca la búsqueda de "La mejor fabada del mundo" 2024. El concurso, organizado por el Ayuntamiento de Villaviciosa y Gustatio, ha abierto el plazo de inscripción de la fase nacional. Es decir, la destinada a los restaurantes de fuera de Asturias, que tendrán hasta el 30 de noviembre para presentar sus candidaturas.
Esta edición, como novedad y cumpliendo el compromiso anunciado por la organización, los restaurantes de fuera de Asturias “se han ganado con su buen hacer” el derecho a tener seis plazas en la final.
Los participantes podrán ser restaurantes, sidrerías, vinotecas o cualquier establecimiento hostelero que tenga cocina en sus instalaciones y que elabore y venda fabada habitualmente en su negocio. Del miércoles 20 de diciembre al domingo 21 de enero, un jurado visitará cada uno de ellos para elegir cuáles acceden a la semifinal nacional, que tendrá lugar el lunes 12 de febrero, a las 14.00 horas, en el Centro Asturiano de Madrid.
Este año, por primera vez, el premio fue para un restaurante de fuera de Asturias. Concretamente, para el Mesón Sidrería Arturo, regentado por el peruano Carlos García. El segundo puesto también se fue para la capital de España, concretamente para Casa Hortensia, mientras que La Sauceda, de Buelles (Peñamellera Baja), se quedó con la tercera plaza.
La final de de “La Mejor Fabada del Mundo" tiene lugar en marzo, en Villaviciosa, coincidiendo con las Jornadas Gastronómicas y Culturales de les Fabes.
¿Y qué se valora a la hora de buscar la fabada perfecta? Según la organización de esta cita está el sabor y calidad de la faba, que "comprende todos los parámetros relacionados con las sensaciones que se producen en la boca", que sea gustosa, "con su justo punto de sal, mantecosa, la ausencia de pieles molestas, que no sea harinosa", entre otras cosas. También el compango o condimentos y la "estética o fase visual". "Se valorará la disposición de los ingredientes en la cazuela, la ausencia de pieles de faba flotando, que se debe conservar por lo tanto entera, el colorido del plato y en definitiva su atractivo desde el punto de vista visual", explicita la entidad organizadora.
También se tiene en cuenta el "olor o la fase olfativa", es decir, "los aromas que desprenda el guiso, su potencia y su capacidad de invitar a la degustación".