Las cuatro categorías que propone la UE para diferenciar la sidra de calidad de la "puxarra"

La iniciativa persigue que las etiquetas identifiquen las bebidas elaboradas con el 100% de zumo fresco, libres de procesos industriales, con materia prima autóctona y sin adición de alcohol, frente a las producciones masivas a base de compuestos que suponen una "competencia desleal" para el sector asturiano

Varias botellas de sidra

Varias botellas de sidra / Miki López

José A. Ordóñez

José A. Ordóñez

La propuesta de reglamentación única para la comercialización de la sidra que promueve la Comisión Europea (CE) plantea identificar en las etiquetas de las botellas cuatro categorías de calidad para diferenciar las bebidas de total garantía, como la asturiana, de aquellas que no se elaboran íntegramente con zumo de manzana. Es lo que Bruselas denomina “menciones reservadas facultativas”, pensadas para "orientar a los consumidores hacia productos de mayor calidad o ayudarlos a tomar decisiones de compra basadas en las características deseadas del producto, como el contenido de azúcar, al igual que en el caso de los vinos".

En concreto, la propuesta de la Comisión plantea introducir las menciones "Elaborado a partir de zumo puro fresco", para aquellas sidras hechas con el 100% de zumo puro fresco; "De granja", para distinguir el producto que se hace con manzanas de pumaradas ligadas al lagar; "Artesanal", para identificar la bebida elaborada sin la utilización de procesos industriales ni sobreprensados, y "Efervescencia natural", para la que se produce únicamente a partir de la fermentación alcohólica, sin adiciones. Además, la propuesta lanzada por la Comisión recoge la posibilidad de que las etiquetas también incluyan menciones relacionadas con el contenido de azúcar, generando las categorías de "seca", "semiseca" y "dulce".

En todo caso, las menciones nacionales, entre ellas la de la Denominación de Origen Protegida (Dop) así como el uso del término genérico «sidra», se mantendrían sin cambios. De esa forma, coexistirían con las nuevas europeas, según consta en el informe previo elaborado por la Comisión.

 La iniciativa de Bruselas de aprobar una normativa común de comercialización de la sidra en Europa pretende acabar con la "competencia desleal" que, a su juicio, sufren elaboraciones tradicionales como las de Asturias por parte de grandes industrias que venden bajo la misma denominación bebidas de "baja calidad y consumo masivo", elaboradas a base de compuestos. Así, de salir adelante la reglamentación, los productos que no cumplan unos criterios mínimos, entre ellos estar elaborados con, al menos, un 50% de zumo de manzana, no podrán seguir en el mercado como sidras. De esa forma, se garantizaría al consumidor una información adecuada sobre el producto que consume, al tiempo que se protege el carácter "auténtico" de la bebida que se elabora de forma exclusiva con zumo fresco y a partir de reglamentos muy exigentes en cuanto a materias primas, procesos o etiquetado.

Frente a las reticencias francesas por dejar en el 50% el mínimo de zumo exigible, el sector asturiano y español en su conjunto respaldan los planteamientos de Bruselas. Según explicó a LA NUEVA ESPAÑA Ricardo Cabeza, director general del Grupo El Gaitero, presidente de la Asociación Española de Sidras y vicepresidente de la Asociación Europea de Sidra y Vinos de Fruta (AICV), "por el principio europeo de reconocimiento mutuo, España está ahora obligada a autorizar que se vendan como sidra productos de otros países que se hacen con un 15% de zumo, ya que la legislación de origen establece que eso es sidra y hay que respetarlo". Por tanto, Cabeza ve “positivo” que la propuesta de la Comisión sea subir ese porcentaje al 50%, teniendo en cuenta, además, que en la etiqueta, junto a la denominación de sidra, habrá esas menciones específicas para definir el producto, su calidad y si está elaborado al cien por cien con zumo fermentado, como es el caso de Asturias.

La decisión final sobre esta iniciativa comunitaria se tomará tras las elecciones europeas del próximo mes de junio. En estos momentos, según ha confirmado a este periódico una portavoz oficial de la Unión Europea, la Dirección General de Agricultura "está reflexionando sobre la mejor manera de proceder con esta iniciativa, teniendo en cuenta las numerosas opiniones que la Comisión ha recibido en los últimos meses tras la publicación del informe".  Bruselas ha garantizado que la normativa solo saldrá adelante tras haberla "discutido ampliamente con los estados miembros", que en ningún caso habrá imposiciones y que los lagareros "podrán seguir produciendo al cien por cien con zumo de manzana, en las mismas condiciones que hasta ahora y con la ventaja de que su calidad podrá ser reconocida en toda la Unión Europea".