Un avance científico en el ámbito paleontológico

Las huellas de los dinosaurios a veces engañan: un estudio del Muja revoluciona el análisis de las icnitas

El centro del Jurásico comprueba, en una icnita hallada en Quintueles con la secuencia de la pisada de un terópodo, la morfología engañosa de algunas de estas trazas

Por la izquierda, Reyes Ugalde, José Carlos García-Ramos, José Ángel Toyos, Iván Aitor Lucas y Laura Piñuela. | LNE

Por la izquierda, Reyes Ugalde, José Carlos García-Ramos, José Ángel Toyos, Iván Aitor Lucas y Laura Piñuela. | LNE

Chus Neira

Chus Neira

Colunga

Es como si los dinosaurios hubieran estado paseándose por los fangos del delta del río con zapatos falsos y hubieran dejado un rastro de huellas –en algunos casos lo único que nos ha llegado de estos seres vivos– muy distintas a las de su propia especie. Los investigadores Laura Piñuela y José Carlos García-Ramos del Museo del Jurásico de Asturias (MUJA) han documentado que este es el efecto que se puede producir cuando la pisada es profunda y el suelo en el que quedó impresa de poca consistencia. En esos casos, tal y como señalan ahora en un artículo de la "Rivista italiana di Paleontologia e Stratigrafia" donde han colaborado investigadores de la Universidad Austral de Chile y del Instituto Cavanis de Venecia, el dinosaurio pisa y deja una primera huella, se hunde un poco y deja una subhuella y al retirar el pie el relleno del hueco con materiales arenosos genera un contramolde. Todo ello puede llegar al aquí y ahora como una única icnita que encierra, en realidad, un modelo en 3D de la pisada del dinosaurio, como sucede en algunas de las piezas más preciadas que tienen en el MUJA, y, en concreto en una hallada en los acantilados de Quintueles en 2012 que ahora ha servido para vertebrar este trabajo dada la excepcional conservación de todas las fases, lo que la convierte en un tipo de huella excepcional en el registro fósil.

Detalles de la icnita de Quintueles con las cuatro posibles huellas.

Detalles de la icnita de Quintueles con las cuatro posibles huellas. / LNE

Laura Piñuela explicó ayer en el salón de actos del MUJA cómo en una huella como esta se podrían identificar hasta cuatro tipos distintos de dinosaurios aplicando la clasificación basada en las huellas, pues el momento en que posa las garras, el del aplanamiento o el de la retirada plegando los tres dedos y echando el pie hacia atrás para salir del barro (movimientos todos ellos que han quedado registrados en la pieza de Quintueles, denominada en el MUJA "La joya de la corona") podrían llevar a confundir el icnogénero (la especie basada en la pisada) del que se trata.

El estudio arroja, por tanto, serias dudas sobre los dinosaurios identificados basándose en este tipo de huellas. La prueba está en que los investigadores, una vez analizada la pieza tan excepcional de Quintueles, viajaron a la Sociedad de Ciencias Naturales de Bournemouth, en Reino Unido, para revisar el tipo "Iguanodontipus", uno de los incogéneros más populares y más citados. Efectivamente, Piñuela pudo comprobar que, como en el caso de Asturias, se había confundido la subhuella con la huella real, atribuyéndole al dinosaurio descrito en esas trazas una condición de ornitópodo cuando se trataba, en realidad de la huella profunda de un terópodo (carnívoro). Uno y otro pertenecen a grupos muy diferentes y en ramas evolutivas separadas, por lo que confusiones de este tipo, alerta Piñuela, "estarían generando anomalías en los censos faunísticos". El hallazgo del MUJA obligará a revisar este tipo de identificaciones, no sin reticencias. A pesar de que algunos científicos que participaron en la descripción del "Iguanodontipus" como el ya fallecido Martin Lockley dio la razón a los asturianos en su revisión de las huellas, otros paleontólogos han sido más reacios a la publicación de estos hallazgos por la duda que siembra sobre otros trabajos. Algunos llegaron a impedir que determinadas revistas lo publicaran pero ahora verá la luz en la prestigiosa revista italiana.

En marzo se publicará en papel y por ahora, en su edición digit al, el artículo ya ha sido consultado en solo un mes por 168 personas de más de 20 países, con 14 recomendaciones de lectura, unos resultados que hablan de la relevancia de la investigación, señaló ayer José Carlos García-Ramos.

A la presentación del trabajo asistieron el viceconsejero de Ciencia, Iván Aitor Lucas, el alcalde de Colunga, José Ángel Toyos, y la concejala de Cultura de Villaviciosa, Reyes Ugalde.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents