Amor al arte que hace comunidad en Villaviciosa: "Tras la pandemia, se sintió la necesidad de compartir, de pintar en grupo"

Mensajer@s del Arte celebra treinta años como espacio de referencia para la creatividad amateur en el concejo y punto de encuentro de aficionados

De pie, a la izquierda Rosa Rubio y a la derecha Victoria Álvarez, durante una de las clases.

De pie, a la izquierda Rosa Rubio y a la derecha Victoria Álvarez, durante una de las clases. / C. V.

Villaviciosa

Entrar en Mensajer@s del Arte es sumergirse en un universo de creatividad que "hace comunidad" en Villaviciosa. Este año se cumplen treinta desde que Victoria Álvarez y Rosa Rubio se lanzaron con una iniciativa que hoy cuenta con una sala expositiva abierta a cualquier artista, sin importar su nivel de experiencia. "Aquí cualquier persona que quiera exponer tiene la oportunidad. No exigimos nada, lo único que pedimos es pasión por lo que se hace", afirma Álvarez desde esta especie de epicentro del arte amateur en el concejo.  

Comenzaron a trabajar juntas con una empresa de mensajería pero pasado el tiempo el espacio se convirtió en un lugar de encuentro para artistas y amateurs tras empezar a comercializar productos para bellas artes y enmarcaciones entre otros. Y, sobre todo, en un punto que reúne y donde se socializa a través de las clases de pintura y manualidades, que reúnen a casi cuarenta alumnos de entre 30 y 90 años.

Rosa Rubio, integrante del grupo de acuarelistas de Nieblastur, dudaba al principio en ponerse al frente de las clases, pero ahora disfruta viendo crecer a quienes vienen a clases. “Lo importante no es solo aprender, sino compartir. Aquí se habla, se crea, se ríe… Se han formado amistades que van más allá del aula”, cuenta. Sylvia Klein-Molenkamp, una de sus alumnas, describe la experiencia como algo casi terapéutico. “Es como una clase de meditación. Te concentras y el tiempo vuela. Sales con mucha paz”. María Michel coincide. “Es como practicar mindfulness, pero con pinceles”.  

A lo largo de estos 30 años, el local ha cambiado de ubicación en tres ocasiones. Su último traslado, hace casi una década, supuso un punto de inflexión. "Nos dimos cuenta de que necesitábamos crecer. Nos estábamos quedando sin espacio y sin ilusión. Cambiarnos aquí nos devolvió la energía y nos permitió hacer cosas nuevas, como ampliar la zona de talleres", recuerda Victoria Álvarez.

Ese crecimiento también se reflejó en el interés de la gente por aprender y crear. Especialmente después de la pandemia, cuando muchas personas descubrieron el arte como vía de escape. “Mucha gente empezó a pintar en casa viendo vídeos en internet. Luego sintieron la necesidad de compartir y aprender en grupo”, explica Rubio.  

De cara al futuro, ambas tienen claro que su propuesta seguirá evolucionando. “Creemos que irá derivando más hacia las bellas artes. Queremos ampliar los talleres específicos y ofrecer más actividades los fines de semana”, comenta Victoria Álvarez. Por ahora, el objetivo sigue siendo el mismo que hace tres décadas: mantener vivo el amor por el arte en Villaviciosa y seguir siendo un espacio abierto para todos.

Y en ese camino, siempre estará con ellas ‘La Reme’, la icónica tortuga que es tanto la mascota de su actividad como su logo. "Nos acompaña desde el principio. Los niños que venían a imprimir hace 20 años ahora vuelven con sus hijos para saludarla. Es parte de nuestra historia", dicen entre risas.  

Treinta años después, Mensajer@s del Arte es punto de encuentro, un refugio para los que aman el arte y un testimonio de que la creatividad artística pueden convertirse en la mejor forma de conectar con los demás. Como dice Lucía Gómez, otra de sus alumnas. “Esto era mi asignatura pendiente, y estoy realmente encantada”. Con su espíritu acogedor y su apuesta por la cultura, el legado de Rosa Rubio y Victoria Álvarez sigue creciendo, pincelada a pincelada, sin olvidar “a todos los colaboradores y clientes que han estado acompañándonos durante este camino, y lo que nos queda”, asegura Rubio.

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