La "escuela espacial" maliayesa: así es el equipo del IES de la Villa que ganó el concurso de satélites del Principado

Los seis estudiantes de Bachillerato del IES de Villaviciosa pasaron a la fase nacional: "Nos especializamos cada uno en algo"

Por la izquierda, Ignacio Heredero, Mateo Martínez, Mario Liñero, Kiara Junco, Pelayo Rubio y Diego Cadaveda, ayer, en el IES de la Villa. | C. V.

Por la izquierda, Ignacio Heredero, Mateo Martínez, Mario Liñero, Kiara Junco, Pelayo Rubio y Diego Cadaveda, ayer, en el IES de la Villa. | C. V.

Villaviciosa

El grupo "Pilatas", formado por seis alumnos de primero de Bachiller del IES Víctor García de la Concha de Villaviciosa, se ha proclamado vencedor de la fase autonómica del concurso CanSat, iniciativa de la Agencia Espacial Europea (ESA), ganándose así el puesto de representantes de Asturias en la final nacional, que se celebrará en Galicia en mayo. Ignacio Heredero, Mateo Martínez, Mario Liñero, Kiara Junco, Pelayo Rubio y Diego Cadaveda integran este equipo. Juntos se enfrentaron al reto de diseñar y construir un satélite del tamaño de una lata, lanzarlo a casi un kilómetro de altura y lograr que cumpliera una misión científica, además de aterrizar de forma segura gracias a un paracaídas diseñado por ellos mismos.

"En clase nos repartimos las tareas para avanzar más rápido. Nos especializamos cada uno en algo y eso hizo que funcionáramos muy bien", expone Junco. El satélite, impreso en 3D y de colores llamativos para facilitar su localización tras el lanzamiento, incluyó sensores de temperatura y presión, un sistema de transmisión de datos en tiempo real, GPS y un paracaídas completamente artesanal. "Diseñar la carcasa fue complicado, se nos rompió dos o tres veces, tuvimos que cambiar el programa de diseño y reajustar todo", rememora Heredero. En cuanto al paracaídas, fue uno de los grandes retos del grupo. "Subíamos al segundo piso del instituto y los tirábamos por la ventana. Yo hasta aprendí a coser con la cantidad de paracaídas diferentes que hicimos", bromea Rubio.

Uno de los puntos clave del proyecto era la elección de una misión secundaria. En su caso, decidieron centrarse en la medición del viento a través de diferencias de presión. "Es algo esencial para entender la atmósfera y puede evitar que una misión fracase por fenómenos como tormentas de polvo, como ya ha ocurrido", destaca Martínez.

Aunque ninguno de los seis se plantea por ahora un futuro profesional en el sector aerospacial, todos coinciden en que la experiencia ha sido inolvidable. Si consiguen imponerse en la final nacional, los maliayeses podrían viajar a los Países Bajos como representantes de España, donde la ESA les recibirá en sus instalaciones de Noordwijk.

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