Vergeles de Villaviciosa: un paseo por el Jardín de Pandu entre robles, abedules, fresnos y castaños

La jardinería es considerada uno de los hobbies más reconfortantes y beneficiosos para el bienestar personal. Una actividad, que se desarrolla al aire libre, y aporta importantes beneficios a la salud física y mental por el placer de estar en contacto con la naturaleza, y ser creativo.

Un claro ejemplo de esta pasión por las plantas es José  Manuel Rivero Vega, vecino del barrio de Pandu en Tornón (Villaviciosa). Movido por su gran afición a la jardinería, ha creado de manera altruista un precioso jardín público que embellece la entrada de la Iglesia parroquial de San Cosme. Gracias a su dedicación y trabajos, vecinos y visitantes pueden disfrutar de un  espacio que cuenta con centenares de plantas que florecen todo el año, junto a la restaurada Fuente de Pandu.

"Siempre me ha gustado la naturaleza, tanto que he recorrido el Camino de Santiago cuatro veces. Hace seis años, con el permiso del entonces alcalde de barrio, Monchu Liñero, decidí crear este jardín, que he ido llenando con una gran variedad de plantas para que luciera florido en todas las estaciones", explica Rivero. "Tengo plantadas docenas de especies, entre ellas tulipanes, calas, margaritas, dalias, camelias, hortensias, jacintos, lirios o rosas, entre otras. Todo lo hago por amor a Tornón; es un hobby que me apasiona y que me aporta bienestar personal, además de ser una actividad muy gratificante en mi tiempo libre", asegura Rivero, que reside en Oviedo desde hace 45 años,  pero nunca ha perdido el vínculo con su tierra natal

Su obra de arte floral abarca casi 300 metros cuadrados donde también se pueden admirar árboles y arbustos ornamentales como magnolios, callistemons, laureles, avellanos o saúcos. Además, el entorno está rodeado por un bosque autóctono con robles, abedules, fresnos y castaños, que aportan un marco natural incomparable al bautizado ya como "Jardín de Pandu".

No obstante, las verdaderas protagonistas de esta primavera son los tulipanes, que despliegan una impresionante gama de colores,  rojos intensos, amarillos brillantes, rosas suaves, púrpuras profundos, blancos o combinaciones de varios tonos en un solo pétalo. "La flor del tulipán es la que más admiro y la que más embellece este jardín por sus formas elegantes y su precioso colorido", asevera Rivero. "Me fascina esta flor, de la que se dice que simboliza el amor, amistad, esperanza y  prosperidad. Es una maravilla de la naturaleza", expresa Rivero cautivado por su simbolismo y belleza

Su pasión por las plantas se remonta a la infancia, gracias a sus padres, cuya casa en la localidad siempre estaba rodeada de flores. "En los últimos años, con más tiempo libre, retomé esta afición, dedicando horas casi cada fin de semana a este jardín para embellecer una de las entradas a nuestro pueblo, y luzca de lo más hermoso", explica el entusiasta jardinero

Aunque reconoce que no todo es un camino de rosas, y también  ha tenido algún disgusto con el jardín —"a veces me roban plantas o sufre algún ataque de jabalí"—, pero asegura que la satisfacción de verlo crecer cada año compensa cualquier inconveniente. "Esta afición me aporta mucha satisfacción,  y desconexión. Aquí me siento feliz como una perdiz", resalta  este creador de un jardín que asombra  a quienes visitan  Tornón.