Gastronomía circular en Villaviciosa: una espicha de "kilómetro cero" cierra el primer simposio sobre sostenibilidad alimentaria

La capital maliayesa acoge un acto con expertos, instituciones y productores

VÍDEO: Una espicha con sabor a sostenibilidad cierra el simposio de gastronomía circular en Villaviciosa

C. V.

Quintueles (Villaviciosa)

Villaviciosa se convirtió este martes en el escenario final del primer simposio sobre Gastronomía circular y sostenibilidad alimentaria, impulsado por la Dirección General de Agenda 2030 del Gobierno del Principado. El evento concluyó con una espicha singular celebrada en el Llagar Frutos de Quintueles, diseñada por el chef e investigador Marcos Cienfuegos, como homenaje a la tradición, el producto local y el encuentro en comunidad. El consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, Ovidio Zapico, y el director general de Agenda 2030, Juan Ponte, participaron en este acto. Fue el broche a una jornada centrada en la cultura sidrera como antídoto frente a la llamada "foodificación" de Asturias, es decir, frente a la tendencia a hacer de la comida un objeto "consumo masivo y superficial".

“El objetivo de estas jornadas es defender el producto local mediante políticas de proximidad y 'kilómetro cero' frente a los intereses de los grandes monopolios alimentarios”, explicó Juan Ponte. “La sostenibilidad empieza por lo que comemos. Apostar por lo nuestro no solo mejora la salud, sino que refuerza el territorio y la comunidad”, añadió.

En la última jornada del simposio, se ofreció un programa que incluyó ponencias del historiador gastronómico José Berasaluce sobre los discursos hegemónicos del turismo gastronómico, de la socióloga Cecilia Díaz, que abordó los retos del futuro alimentario, y del experto en cultura sidrera Luis Benito, que analizó la sidra asturiana como modelo de adaptación sostenible. A estas les siguió un foro abierto de conclusiones, que dio paso al esperado cierre gastronómico, la espicha, bautizada con el lema de estas jornadas, “Nun hai xunta ensin xinta”, es decir, “no hay juntada sin comida”.

La espicha, que combinó lo popular con la reflexión contemporánea, fue todo un manifiesto gastronómico. “Más que una cena, esto es mantener algo muy identitario de la cultura asturiana”, señaló Cienfuegos. “La espicha es un espacio socializador donde nadie es más que nadie, todos estamos a la misma altura de la mesa, nos movemos por el espacio y entablamos conversaciones varias con gente que seguramente ni conocemos. Y al calor de la mesa, mantenemos la conversación y celebramos lo que somos. Hay que defenderla e impulsarla, porque es una seña muy nuestra”, defendió el chef.

El menú fue un recorrido por el sabor asturiano con criterios de economía circular: quesos artesanales y chosco de Tineo, huevos duros, chorizo a la sidra, empanadas ecológicas, croquetas caseras de jamón, salpicón con setas shiitake, albóndigas de berenjena con salsa de garbanzos, tacos de lacón cocido y arroz con leche ecológica, entre otros. Todo acompañado, cómo no, con sidra del llagar que acogió esta cita. “Se trata de mantener los platos típicos, pero también de apoyar al productor local, al pequeño elaborador, que es el auténtico motor de nuestros sistemas económicos y sociales”, remarcó Cienfuegos. “Eso también es gastronomía circular”.

Por su parte, Ponte defendió además la idea de comunidad como clave de sostenibilidad: “No se trata de un identitarismo excluyente, sino de una identidad abierta que nos fortalece. Para que Asturias sea un paraíso natural, tiene que ser un paraíso sostenible”.

El simposio, celebrado también en Soto Ribera y Llastres los días previos, ha reunido a cocineros, guisanderas, productores, investigadores y ciudadanía con un mensaje claro: el futuro de la alimentación se construye desde lo local, lo justo y lo compartido.

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