La cultura de la sidra tira porque le toca: el éxito de un juego de mesa diseñado por escolares de Villaviciosa

El CRA de Les Mariñes desarrolló la propuesta, basada en el proceso de elaboración de la bebida y en la que los participantes se convierten en responsables de un llagar familiar

En torno a la mesa, Tristán Fuertes, Eva Martínez, Miranda de Pablo, Martín Villares, Lluis Orviz, Daniel Machargo, Judith Revuelas y Félix Alberto Jiménez, en una de las aulas de la escuela de Quintes, con el juego diseñado por los alumnos. | C. V.

En torno a la mesa, Tristán Fuertes, Eva Martínez, Miranda de Pablo, Martín Villares, Lluis Orviz, Daniel Machargo, Judith Revuelas y Félix Alberto Jiménez, en una de las aulas de la escuela de Quintes, con el juego diseñado por los alumnos. | C. V.

Villaviciosa

El Colegio Rural Agrupado (CRA) Les Mariñes, de Villaviciosa, ha logrado hacer realidad uno de sus proyectos más singulares. Hace unos años, los alumnos que por aquel entonces cursaban el último ciclo de Primaria en los centros que lo conforman, se embarcaron en una aventura muy original e ilusionante: diseñar un juego de mesa que recogiese todo el proceso tradicional de la elaboración de la sidra asturiana. El resultado fue un prototipo completo, fruto de meses de investigación, consenso y creatividad, que ahora, gracias a la financiación de la Consejería de Cultura, verá la luz en forma de juego producido y distribuido, primera y principalmente, a centros escolares del Principado.

"El Camín de la Sidra" no es un juego cualquiera. Su planteamiento parte de una premisa educativa clara: aprender jugando. Pero no desde la superficialidad, sino desde el rigor, el conocimiento y la estrategia. "Los alumnos que participaron en su creación, ahora ya en el instituto, trabajaron durante un curso completo en equipo, investigando sobre variedades de manzana, procesos de producción, certificaciones de calidad, herramientas tradicionales y economía cooperativa", explica Lluis Orviz, director del CRA.

Contaron con el apoyo de la empresa Desconectando, especializada en el desarrollo de este tipo de juegos, que les ayudó a darle forma desde el punto de vista técnico y lúdico. El resultado es un juego moderno, de colocación de trabajadores y gestión de recursos, sin apenas azar y con una complejidad que lo sitúa al nivel de los dirigidos a un público exigente.

En cada partida, los jugadores se convierten en responsables de un pequeño llagar familiar y deben tomar decisiones durante siete años de producción –cinco en la versión que se está maquetando para centros escolares con el objetivo de reducir el tiempo de duración de la partida–, siguiendo el ciclo anual de la sidra: desde la recogida de manzana en otoño hasta el corcheo en primavera. Se puede vender sidra dulce o espumosa, cumplir encargos de distribuidores, acudir a festivales, celebrar espichas o ampliar las instalaciones.

Tablero visual

Las decisiones económicas, las gestiones con la DOP y el uso eficiente de los trabajadores son claves para ganar prestigio. Todo ello recogido en un tablero visual, con ilustraciones diseñadas por el propio alumnado, cartas, monedas, fichas y reglamentos tanto en asturiano como en castellano.

Aunque fue creado por niños, no es un juego infantil. "Es un juego hecho por niños, pero para jugones", explica Félix Alberto Jiménez, director de proyectos de Desconectando. No es una propuesta para resolver en diez minutos: requiere estrategia, atención y ganas de aprender.

Aun así, los alumnos del colegio de Quintes que ahora están en quinto y sexto de Primaria, lo han probado recientemente y han disfrutado de la experiencia. "Es muy interesante lo que hicieron los compañeros más mayores cuando lo crearon. Se aprende mucho con el juego", comentaba Daniel Machargo. "Yo no sabía tanto del mundo de la sidra y ahora sí", añadía Tristán Fuertes. Y para Miranda de Pablo, lo más destacable es que "tienes que ir decidiendo lo que hacer, y el juego depende de tus decisiones".

Presentación a los Reyes

Uno de los momentos más especiales del recorrido del proyecto fue la oportunidad de presentárselo a los Reyes de España, cuando una delegación del centro acudió a mostrar el prototipo durante la celebración de los actos por la entrega del galardón "Pueblo ejemplar" en 2023 a las parroquias de Arroes, Peón y Candanal. En aquel entonces, no solo captaron el interés de la Casa Real, sino también el de Luis Planas, ministro de Agricultura, que mostró especial curiosidad por el juego, haciendo numerosas preguntas y mostrando entusiasmo por su enfoque educativo.

Y es que este interés ha traspasado las fronteras del Principado. A pesar de que el juego aún se encuentra en producción, ya se han recibido encargos desde Madrid por parte de docentes y profesionales del ámbito educativo interesados en el material.

Un plan "con tres patas"

El proceso, además de educativo, ha sido una muestra de colaboración institucional. "Estos proyectos necesitan tres patas: un colegio con una idea, una empresa que ayude a estructurarla y un mecenas que lo haga realidad", explican desde el equipo responsable.

En este caso, esa última pieza ha sido la Consejería de Cultura, que ha apostado por su producción para su distribución en colegios, aunque de funcionar como esperan, en un futuro también podría estar disponible para su adquisición en ferias o como parte del merchandising de llagares turísticos. El Ayuntamiento de Villaviciosa también ha mostrado ya su interés por hacerse con algunas copias, y no se descarta que otras entidades se sumen.

"El Camín de la Sidra" es, en definitiva, una herramienta lúdica, pedagógica y cultural que no solo refleja la tradición sidrera asturiana, sino que proyecta un modelo educativo basado en el aprendizaje activo, el trabajo en equipo y el pensamiento estratégico. Un juego que ahora está listo para llevar la cultura de la sidra desde las aulas hasta los tableros de juego de toda Asturias.

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