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Los llagares de Asturias inician la mayanza con menos manzana de la prevista, pero de alta calidad: estas son las (buenas) previsiones para la sidra de 2026

"La cosecha de sidra de 2026 será de las mejores de los últimos años", avanzan los elaboradores, que celebran el crecimiento de la DOP

VÍDEO: Los llagares viven la intensidad de una campaña de manzana de “gran calidad”

Carla Vega

Lucía Rodriguez / Carla Vega

Villaviciosa / Tiñana (Siero) / Nava

Arranca una nueva temporada de sidra en los llagares del centro de la región. Tras "pañar" (recoger) la manzana en las pumaradas, los profesionales afrontan ahora la mayanza (machacado) de los frutos de una cosecha más reducida de lo previsto para un año no afectado por la vecería, ese persistente fenómeno por el que a un ejercicio de abundancia de materia prima le sigue otro de escasez. Los llagareros consultados coinciden en que, a causa de la sequía estival, hay menos manzana de lo esperado, aunque, eso sí, garantizan que la que ha ido llegando a sus negocios desde el mes pasado presenta una gran calidad, lo que augura una "sidra de primera" para 2026.

José Luis Méndez, en Sidra Muñiz

José Luis Méndez, en Sidra Muñiz / L. R.

Sidra con carácter

En Sidra Cortina (Villaviciosa) comenzaron a recibir fruta hace tres semanas. Su responsable, Tino Cortina, describe una cosecha de media producción, pero de una calidad excelente. "La manzana tiene mucha acidez, buen nivel de azúcar y eso nos dará una sidra con más carácter", explica el llagareru, hijo del gran maestro Eloy Cortina. "Aunque el fruto no tiene gran tamaño, sus parámetros son muy buenos", apunta el maliayés, con la vista puesta en una mayanza que, en su caso, se prolongará hasta finales de noviembre. "Tenemos que esperar al momento de maduración óptimo de algunas variedades si se quieren hacer las cosas bien", detalla.

Manzanas en Sidra Cortina

Manzanas en Sidra Cortina / C. V.

Cortina reconoce que, pese a la dureza del trabajo, estamos también en el momento "más esperado del año" para el sector. A este respecto, celebra el incremento de la manzana con denominación de origen protegida (DOP), tanto en volumen como en número de productores. "Estamos creciendo mucho en DOP y el futuro pasa por ahí. Hay que apostar por ello definitivamente", afirma. Además, Cortina destaca el creciente atractivo turístico que despierta el proceso de mayanza y la extracción de la sidra del duernu (dulce). "Esta época llama mucho la atención. Ayer vinieron unos americanos al llagar y me decían que era la visita más guapa del año", subraya Cortina.

TINO CORTINA OBSERVANDO UN CULETE

TINO CORTINA OBSERVANDO UN CULETE / LUISMA MURIAS

En Sidra Castañón (Quintueles) estarán mayando hasta finales de noviembre o, incluso, hasta entrado diciembre. Su responsable, Julián Castañón, coincide en que la manzana es de alta calidad. "A pesar de la seca de agosto, recuperó mucho con las lluvias y está viniendo muy bien, con buena densidad y bastante azúcar, lo que se traducirá en una de las mejores cosechas de sidra de los últimos años", avanza.

Julián Castañón en su llagar

Julián Castañón en su llagar / Carla Vega

Castañón, uno de los llagareros más laureados de Asturias, estima que la sidra que saldrá a la venta entre la primavera y el verano de 2026 tendrá una graduación alcohólica ligeramente superior a la habitual. «Estará entre 5 y 6 grados, pero sin excesos y sin llegar a la graduación que tenía la bebida hace años», afirma el elaborador de Quintueles, «satisfecho» porque «la sidra con denominación de origen está subiendo y todos vendemos un poco más cada campaña».

Luis Morís, en Sidra Castañón

Luis Morís, en Sidra Castañón / C. V.

Sidra aromática

Desde el emblemático llagar naveto de Viuda de Angelón, Fran Ordóñez califica la campaña como «más floja en cantidad de lo esperado, pero muy buena en calidad». «Hay menos manzana que hace dos años, el último ejercicio sin vecería. El verano seco y las altas temperaturas se notaron mucho», comenta. Sin embargo, esa misma falta de agua también ha tenido un efecto positivo en el mosto. «Viene con más azúcar, y eso significa una sidra más aromática y con algo más de alcohol», señala Ordóñez, quien alerta de la «necesidad» de plantar pumares. «Cada año hay un pelín menos y no tenemos tanta manzana como para la demanda que tenemos», advierte.

Fran Ordóñez en su llagar.

Fran Ordóñez en su llagar. / LNE

Por su parte, en las centenarias instalaciones de Sidra Orizón, también en Nava, José Luis Vigón asegura que la campaña arranca «con fuerza» y que la fruta que entra «está estupenda». «Vale más lo que deja el sol que lo que trae el agua», resume gráficamente este maestro del llagar, cuya mayanza se extenderá hasta «primeros de noviembre». «La gente tiene mucha prisa por meter la manzana en los llagares y nosotros por mayarla», afirma Vigón, «satisfecho» con el rendimiento y la calidad de la materia prima de este año.

JOSE LUIS VIGON, EN EL LLAGAR ORIZON

JOSE LUIS VIGON, EN EL LLAGAR ORIZON / LUISMA MURIAS

Los efectos de la sequía

Javier Riestra regenta, junto a su hermano Manuel, Sidra Muñiz en Tiñana (Siero). Según admite, «la sequía ha afectado bastante a la cosecha y, aunque está entrando manzana, sí que se nota que la cantidad ha bajado respecto a otras cosechas sin vecería y que las piezas son más pequeñas». «Normalmente, aquí mayamos unos 700.000 kilos, pero este año va a ser algo menos», adelanta Riestra.

Javier Riestra, entre toneles

Javier Riestra, entre toneles / LNE

Coincide con esta valoración Javier Ramos, del Llagar Fran (Lugones). «Sería conveniente que estos días lloviese para asegurar una mejora de la fruta que todavía está en el árbol y una buena cosecha de aquella manzana que se recoge más tarde», apunta Ramos, que también se suma al pronóstico de una sidra de restallu para 2026.

Javier Ramos, en Sidra Fran

Javier Ramos, en Sidra Fran / C. V.

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