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Villaviciosa resuelve el enigma del monumento a la manzana que estaba en el parque Ballina y fue dado por desaparecido hace cuatro décadas

La pieza, que se había estrenada para el Día del Turista de hace 57 años, forma ahora parte de la obra de Maojo inaugurada durante el Festival de la Manzana

Inauguración de la escultura de Pablo Maojo en el parque Ballina de Villaviciosa durante la pasada edición  del Festival de la  Manzana. En el recuadro de la izquierda, la manzana del monumento de 1968 que se ha recuperado de un almacén municipal.  En el de la derecha, la pieza de un llagar centenario del concejo que ha sido utilizada por el artista maliayés para la escultura.   | LNE

Inauguración de la escultura de Pablo Maojo en el parque Ballina de Villaviciosa durante la pasada edición del Festival de la Manzana. En el recuadro de la izquierda, la manzana del monumento de 1968 que se ha recuperado de un almacén municipal. En el de la derecha, la pieza de un llagar centenario del concejo que ha sido utilizada por el artista maliayés para la escultura. | LNE

José A. Ordóñez

José A. Ordóñez

Villaviciosa

La escultura de Pablo Maojo que desde el pasado día 9 luce en el parque Ballina de Villaviciosa atesora una curiosa historia, más allá de su indudable valor artístico. Es una peripecia que se remonta a 1968, a un monumento que se dio demasiado pronto por perdido y a la celebración, en pleno desarrollismo franquista, del Día del Turista en la ya por entonces capital manzanera de España.

Un niño, vestido de asturiano, ante el monumento de 1968. | A. V.

Un niño, vestido de asturiano, ante el monumento de 1968. | A. V. / LNE

La pieza de vivos colores elaborada por el artista maliayés responde al interés mostrado por el actual alcalde, Alejandro Vega, para que el Festival de la Manzana de este año fuera una celebración especial, por tratarse del primero tras la declaración de la cultura sidrera asturiana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco. También, para que sirviera de homenaje al fundador del festival, Sergio Álvarez Requejo, y sus colaboradores.

Titular dos columnas norte 2390 caracteres

Titular dos columnas norte 2390 caracteres / LNE

A la hora de concretar ese reconocimiento, se decidió que fuera a través una escultura vinculada al mundo de la manzana y la sidra, dada la tradición de una localidad que ya contaba con "La manzanera", de Mariano Benlliure, promovida en agradecimiento y recuerdo de Obdulio Fernández, fundador de Valle, Ballina y Fernández (El Gaitero), y la "Exaltación de la manzana", obra de Úrculo que homenajea la figura de José Cardín Fernández .

Titular dos columnas norte 2390 caracteres

Titular dos columnas norte 2390 caracteres

Muy cerca de donde se ubica la obra de Úrculo ya se había colocado en 1968 la escultura de una manzana, situada sobre un pegollo de hórreo en piedra y retirada del lugar en los años ochenta del pasado siglo. Aquella pieza se creó con motivo de la celebración del Día del Turista y fue inaugurada con una placa conmemorativa que rezaba así: "Día del Turista, Villaviciosa, 24 de agosto de 1968". En el programa oficial de las fiestas del Portal de ese mismo año, Villaviciosa ya se destacaba como "hermoso paradigma" de lo que debía representar el Día del Turismo de Asturias, iniciativa propagandística creada por el Ministerio de Información y Turismo, celebrada por primera vez el 5 de septiembre de 1964. Su objetivo principal era concienciar a la población española sobre la importancia del turismo y fomentar una actitud positiva hacia los visitantes extranjeros.

Según apunta la investigadora villaviciosina Lua Woodward Castro en el libro "Historia de la cultura sidrera de Villaviciosa y del Festival de la Manzana", de Luis Benito García Alvarez, la instalación del monumento en 1968 "consolidó simbólicamente la imagen de Villaviciosa como capital manzanera de España".

Varias generaciones de maliayeses recuerdan aquella escultura y se ven en antiguas fotografías en blanco y negro junto a ella. También se la conocía por el archivo personal de Senén Rivero Cueto. Constaba de una pequeña manzana de apariencia brillante, colocada sobre un pedestal de piedra como un pegollo de hórreo o panera. "Aunque no destacaba por su tamaño ni por su complejidad, su valor residía en el simbolismo: reforzaba una vez más la identidad de Villaviciosa como capital manzanera, subrayando el profundo significado de la manzana ", añade Woodward Castro en su estudio sobre las representaciones artísticas del festival maliayés.

Tras ser retirado del parque, hace ya cuatro décadas, toda Villaviciosa pareció dar el monumento por desaparecido. Sin embargo, la insistencia al respecto del investigador local Adolfo Sánchez de la Venta y otras averiguaciones realizadas por Miguel González Pereda, cronista oficial del concejo, llevaron al Alcalde a ordenar la búsqueda de la pieza en los almacenes del Ayuntamiento.

El encargado de esta labor fue el electricista municipal José Luis Carneado, quien localizó la pieza hace un año en la nave de obras de El Salín. Se da la circunstancia que este trabajador es un notable cosechero de manzana de Bedriñana, hijo de Elías Carneado, reconocido este año en el Festival de la Manzana por su larga trayectoria como cosechero y participante en el concurso local. Por cierto, José Luis está casado con Noemí Palacios, hija de Miguel Palacios Valderrama, uno de los fundadores del festival, y química de profesión como su padre.

Vega propuso entonces la idea de recuperar la pieza e integrarla en la nueva escultura, que se colocaría en la misma zona donde estuvo la original, para recordar a los fundadores e impulsores del Festival de la Manzana.

El escultor y pintor Pablo Maojo fue el elegido para ejecutar la obra, dada su vinculación con el concejo y con el mundo de la sidra. El maliayés ha decorado numerosas sidrerías en Villaviciosa y es autor de trofeos sidreros como el Elogio de Gijón o el de los premios Mundo Collada de sidra casera. Está considerado discípulo de Rubio Camín, que fue el primer presidente de la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa (Cubera).

Pocos días antes de la inauguración, se averiguó también quién fue el autor de la pieza de 1968. Uno de sus descendientes, Félix Lopez-Acevedo Tamargo, puso sobre la pista de Manuel Tamargo García, maestro industrial de Talleres Adaro, la histórica fábrica de Gijón donde se fundió la obra. Manuel Tamargo era suegro de quien fuera duran muchos años secretario del Ayuntamiento de Villaviciosa Félix Lopez-Acevedo

Para realizar su obra, Pablo Maojo utilizó una pieza de un centenario llagar que perteneció a Anselmo del Cuetu, de Valdebárcena. Para que el emplazamiento fuera emblemático se eligió la zona del parque más cercana a donde estuvo la pieza original, ya recuperada, y en el entorno de un gran símbolo de la Villa como es la escultura "Exaltación de la manzana" de Úrculo.

Jardín histórico

El parque Ballina, ubicación que ya comparten ambas creaciones, fue incluido en 2016 por el Principado en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias, catalogado como jardín histórico. Se trata de un espacio construido entre 1928 y 1929 por iniciativa y mecenazgo de los hermanos Luis y Norberto de la Ballina Fernández, integrantes de una de las familias fundadoras de la sociedad Valle, Ballina y Fernández. El diseño del espacio lo realizó el fotógrafo y profesor de dibujo del Ateneo Obrero, Arturo del Fresno, que contó con la colaboración del arquitecto Mariano Marín de la Viña, autor de la pérgola, y del jardinero Pedro Múgica. El parque se terminó en 1929, al tiempo que se abría el paseo de la Acerona. Hoy es un museo al aire libre del mejor arte sidrero.

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