Villaviciosa: “El espíritu de la Navidad”

Luis Rivaya

Luis Rivaya

Me quedé preocupado porque desde que acabó el verano varios amigos y conocidos con quienes me encontraba por la calle estaban igual de mustios, tristes y cabizbajos que el mismísimo CR7 después de la eliminación de los portugueses en el mundial de fútbol de Qatar.

Había demasiada melancolía. ¿Sería por la llegada del otoño? Las alarmas empezaban a dispararse por todos los sitios al tiempo que por mi cabeza desfilaban algunas preguntas.  ¿Sería acaso por el coste de la ropa o el material escolar ante el inicio de un nuevo curso?... o, tal vez, ¿por la alarmante subida de los precios de todo, en general?

Durante varios días pensé en ello hasta llegar a la conclusión de que todo pudiera deberse a la post-pandemia. A un problema de salud que, según he escuchado a muchos, nos ha cambiado la vida y también a nuestra sociedad queramos o no reconocerlo. Además, siendo sincero, quienes ya somos talluditos en años empezamos a ser bastante enclenques y sin ganas de afrontar nuevas variantes del covid.

Estábamos en octubre y noviembre. En tiempo de gripes y vacunas con el ofrecimiento de esa cuarta dosis “a la carta” a la que podías renunciar o aceptar con posibilidad de elegir entre un pinchazo o los dos al tiempo que, en la República Popular China donde dicen que empezó todo, se volvía a confinar a la población. Lógicamente mi mosqueo y el de otros muchos fue creciendo.

Aquí en España y desconociendo si sería por el llamado ‘efecto-rebote’, nuestros sanitarios empezaban a hartarse por las condiciones en las que trabajaban al tiempo que esas famosas bacterias que tienen nombre de conjunto musical (“Los Estreptococos”), hacían de las suyas con nuestros pequeños… Que faena! Volvía la preocupación justo cuando se iniciaba este período mágico de la Navidad.   

Era el momento de tirar del refranero. “Al mal tiempo, buena cara”. Y Villaviciosa no se arrugó empezando a engalanarse. A ponerse más guapa si cabe para la llegada de este tiempo de paz y amor que tanta falta le hacen al mundo. Por mi parte supongo que gracias al espíritu de la navidad me fui animando día a día mientras recorría la Villa teniendo la sensación de que había vuelto la vida. Por las calles transitaba un mayor número de personas que se detenían frente a los atractivos escaparates decorados para estas fechas por nuestros comerciantes.

Ahora estamos a mediados de Diciembre y el otoño está dando sus últimos coletazos. Villaviciosa ha recuperado la sonrisa y los vecinos y visitantes (aunque no seamos Vigo),  estamos disfrutando de la posiblemente, mejor iluminación festiva que ha tenido la "Capital de la Manzana" en estos últimos tiempos. Desde “El Pelambre” y la calle Víctor García de la Concha hasta los rincones del casco histórico y la Plaza del Ayuntamiento que gusta a todos. Ese antiguo “Güevu” que en Enero recibirá a SS.MM. los Reyes Magos para alegría y emoción de nuestros niños.

Y antes de dejarles me gustaría comentarles un par de cosas más.

La primera es que en Agosto tuve el honor de ser pregonero del Mercau Tradicional de Oles. Allí ensalcé a sus vecinos destacando su unión, sacrificio y trabajo que les ha permitido celebrar dicha muestra de artesanía durante dieciocho años. Pues bien, les confieso que esos vecinos de la tierra del mejor azabache del mundo nos siguen sorprendiendo y esta misma semana se han acercado hasta la Villa para decorar (como si de un pino o abeto se tratase), el pumar que está plantado en el Parque Asensio Martínez Cobián junto a la placa que lleva el nombre de su Oles querido. Gran ejemplo.

Por último, invitarles a que aprovechen la amplia oferta de la Agenda festiva municipal que nos acompañará durante todas las fiestas así como transmitirles las buenas vibraciones que tienen muchos vecinos con sus décimos y participaciones y a los que deseo la mayor de las suertes para el próximo día 22. Sólo quedan cinco días para saber qué números serán los premiados en el sorteo de la Lotería y al hablar con muchos de ellos he notado su alegría y confianza en que algo bueno va a suceder por Villaviciosa. Porque “ya toca” como me han dicho muchos y ojalá sea así.

No obstante si la fortuna nos esquiva les pediría que no pierdan la ilusión. La que nos mantiene vivos a pesar de todo lo que vemos a diario. Es tiempo de luz, de colores, de amor y paz. Es tiempo para sentir y vivir el auténtico y verdadero espíritu de la navidad.