La noche mágica

Luis Rivaya

Luis Rivaya

Son ya ocho ediciones consecutivas delante del micrófono. A todos los efectos me considero un hombre privilegiado por poder vivir de manera intensa y cercana la presencia de sus majestades los Reyes Magos en su paso por Villaviciosa a lo largo de los últimos años. Fue a finales de 2015 cuando el recién elegido alcalde, Alejandro Vega, me invitó a colaborar en la Gran Cabalgata de Reyes como locutor y presentador de la misma. Lógicamente, como vecino, no me podía negar y acepté la propuesta pese a tener ciertas dudas por si mi labor no llegase a dar ese nivel “real” y obligatorio que precisan todos los actos a los que acuden tan insignes monarcas llegados desde el lejano Oriente.

Una vez finalizada aquella primera experiencia confieso que agradecí las felicitaciones de personas que incluso, no conocía. Aquellas palabras y enhorabuenas siempre las recordaré porque forman parte de los mejores regalos de reyes que he tenido en mi vida. Al hacer esto lo primero que sientes es una gran responsabilidad. Como el futbolista que se santigua al saltar al campo ó el torero que con sus zapatillas hace una cruz en el suelo al pisar el albero de la plaza… Seguidamente saludas a cuantos te van a acompañar en este bello e ilusionante viaje que tiene en vilo a todos nuestros pequeños. Tras una pequeña prueba de sonido inicio mi intervención con unas palabras de bienvenida a los más madrugadores que ya han llegado para coger buen sitio y es cuando empiezas a ver caras conocidas, amigos y vecinos a los que saludo mientras continúo hablando.

Llegan los nervios. Unos nervios como los de los buenos músicos que siempre sienten al subir a un escenario aunque lleven ya más de quinientos conciertos a sus espaldas. El reloj avanza al tiempo que voy informando del lugar en el que se encuentra el desfile que abre la Banda de Gaites Villaviciosa - El Gaitero. Los villancicos de DJ Manín me liberan momentáneamente de mis discursos y aprovecho para mirar que es lo que se cuece entre bastidores donde alcalde y concejales mantienen contacto permanente con sus móviles con los miembros de seguridad de la Cabalgata. Son ellos los que me informan y reconozco que me gusta verles tan implicados.

De repente, en un santiamén y como por arte de magia, siento que me convierto en un niño más a la espera de la llegada de los Magos que este año van a conocer la “Campanona del Güevu” instalada en la Plaza del Ayuntamiento y que ilumina espectacularmente el centro de la Villa. Es en ese instante cuando una mamá me aborda por la espalda y me dice que su hijo está muy triste porque no ha tenido tiempo de enviar su carta a los Reyes y me pregunta si se la puedo entregar yo cuando lleguen…

Entre el multitudinario gentío que se ha dado cita para recibir a Melchor, Gaspar y Baltasar diviso a Yulia y su hija Svetlana así como a Andrei y Annia con sus hijas Sofía y Nina que huyeron de la guerra de Ucrania y acogimos en casa durante tres meses. Están contentos y felices disfrutando de la Navidad de Villaviciosa pero sin ocultar su temor y preocupación por los familiares que tienen allí cuando mucho más pronto que en otros años, las gaitas y tambores irrumpen en un recinto atestado de público como nunca antes lo había visto.

La Banda de Gaites precede a la escena del Portal de Belén que viene acompañada por sus ángeles y pastores cuando me informan de que “el ñeñu Jesús está malín (algu resfriau),… que apenas tien un mes y que fai munchu friu pa tenélu en el portal hasta que lleguen los Reyes…”. A la vista de la situación no me queda otra que calentar el ambiente y pido a cuantos llenan la Plaza del Ayuntamiento que aplaudan a rabiar a todos los participantes de un desfile en el que, además de doce carrozas, intervienen más de doscientas personas viviendo con ilusión sus papeles como miembros de las guardias árabes o de beduinos y jenízaros que escoltan a Príncipes como Aliatar, Thabet, Turfán y de Emaús o a los Emires de Cafarnaúm y gran Visir del Oriente...

También esperamos a la bella princesa del Mar Egeo (que porta la llave de Villaviciosa para entregársela a los Magos), además del grupo de baile “Rosas del Desierto” y esas carrozas finales de La Fábrica de los Juguetes y la de Regalos a la que sigue ese “Carbonero” que reparte unas piedras negras que no son precisamente de azabache pero que resultan ideales para regalar a cuantos no han sido muy buenos en los últimos doce meses. Y por fin llega el momento esperado al aparecer SS.MM. los Reyes Magos acompañados de todo su sequito que son recibidos en olor de multitud en esta noche mágica de Villaviciosa. Llega el delirio. El éxtasis. Y en este momento ya no sé si soy Kiko Ledgard o Mayra Gómez Kemp con aquél Dúo Sacapuntas cuando se preguntaban: “Señores ¿cómo estaba la plaza?... La plaza estaba abarrotá!”. Desde mi posición así veía yo al antiguo “Güevu”: abarrotau!

Con los Magos cerca y teniendo detrás de mí a toda una Princesa del Mar Egeo me vine arriba pidiendo a grandes y chicos el mayor de los aplausos para sus majestades mientras pasaban por delante de mí María, José y el Ñeñu (por cierto, muy bien tapadín), de camino hacia el portal. Es más, al ver a la gente tan feliz les pido que “boten”, que den saltos, algo que jamás había hecho como presentador hasta esta noche de reyes. Cuando llegué a la plaza tuve oportunidad de hablar con Iresán, un niño cubano de cinco años que tiene familiares aquí. El guaje caribeño quería a toda costa saludar a su rey preferido, Baltasar “El negrito”, tal y como me lo definió. Pese al tiempo transcurrido su petición no se me había olvidado y no tuve más remedio que pedirle por el micro a su majestad Baltasar que saludase también a las personas del otro lateral donde se encontraba el pequeño que finalmente vio cumplida su deseo.

Tras adorar al Niño Dios y disfrutar de la danza colorista de las Rosas del Desierto los Reyes recibieron del alcalde la llave de la Villa y saludaron a los presentes desde el balcón municipal. Poco después resplandeció el cielo con una traca de fuegos artificiales antes de que los Magos de Oriente recibiesen a todos los niños y niñas a quienes entregaron el tradicional revoltijo con chuches y chocolatinas a las puertas del Ayuntamiento. Llegado ese momento finalizaba mi tarea agradeciendo a todos su asistencia e insistiendo en que se siguiesen hasta el final las instrucciones del equipo de Seguridad (trabajadores municipales y voluntarios), coordinado por Julián Alonso.

También para agradecer a cuantos hacen posible esta Gran Cabalgata de Reyes como Policía Local, Protección Civil y varias asociaciones del concejo como La Capilla de Poreñu, El Miravete de Llugás, El Tilar de Priesca, las AMPA de Peón y del Instituto Víctor García de la Concha, el grupo Rosas del Desierto, las AAVV de Peón y Candanal, Niévares, Amandi y colectivos como la Comisión de Fiestas de San Justo, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, la Coral Capilla de la Torre, el Club Piraguas Villaviciosa-El Gaitero y, por supuesto, ACOSEVI la Asociación de Autónomos, Comerciantes y Servicios de Villaviciosa). En mi humilde opinión creo que esta Cabalgata 2023 ha resultado todo un éxito por la cantidad de comentarios que estoy escuchando y yo no debí hacerlo mal porque los Reyes me han traído más de lo que tenía pedido.