Tic, tac, tic, tac…O sonido de reloj puesto en boca por el ser humano y muy utilizado en la actualidad no sólo en el campo de los programas deportivos y de información general ya que lo hemos llegado a escuchar hasta en alguno comentarios y discursos políticos.

Tic, tac, tic, tac. Se acaba febrero sin darnos cuenta de que sólo quedan tres meses para estar frente a una nueva convocatoria electoral (municipal y autonómica), que servirá de "training for general elections", entrenamiento para las generales del próximo mes de noviembre, porque ahora mola eso de usar palabras en inglés intercaladas en nuestro castellano. Con ello tratan de hacernos creer que tienen una sólida y buena preparación y/o cultura idiomática aunque algunos no sepan que, por ejemplo, la palabra “vaca” se puede escribir con “B” y también con “V” teniendo significados bien diferentes puesto que una cosa se refiere a un portaequipajes y la otra a la hembra del toro.

Al margen de esto y hablando de otra cosa, les diré que en esta última semana en Villaviciosa como en tantas otras ciudades, villas y pueblos de Asturias, la gente se lo ha pasado en grande disfrutando del Antroxu 2023 que aquí no acabará oficialmente hasta el próximo cuatro de marzo con el Carnaval de Mayores. Fueron muchos los niños y niñas que acompañados por sus padres, abuelos y familiares se lo pasaron muy bien en la macro fiesta organizada en la plaza de Abastos del centro de la Villa en la que hubo momentos en que no cabía ni un solo alfiler con tantísima gente. Cita de ensueño para los pequeños disfrazados de todo lo imaginable y arropados por esos héroes protectores como son Superman, Batman, la Patrulla Canina, Spiderman y hasta el mismísimo Harry Potter. Tampoco faltaron hadas, princesas, payasos y animales, teniendo todos un deseo común: hacerse una foto con esa pareja mítica, sonriente y estable que forman Mickey Mouse y su novia Minnie desde el año 1928, hace ya casi un siglo.

Horas después llegó el "miércoles de ceniza", en el que Don Carnal termina su periplo bullicioso y festero apareciendo entonces la famosa Doña Cuaresma que es mucho más recatadita, reflexiva y silenciosa. De la música y algarabía de los carnavales pasamos a un período en el que, hasta no hace mucho, se nos pedía ayunar y no comer carne los viernes hasta que concluyese la Semana Santa lo que es, sin duda, algo bueno para quienes intentamos bajar algún kilo de nuestro peso.

Por otra parte (la mala), se ha cumplido un año de la guerra en Ucrania y somos muchos quienes tenemos la sensación de que, para nada, la cosa tiene visos de mejora al menos, a corto plazo. El presidente ruso sigue con sus amenazas y ataques teniendo preocupado al resto del mundo con excepción, tal y como confirma la ONU, de aquellos que se abstienen y no condenan el conflicto bélico como en los casos de China, Corea del Norte y la República árabe de Siria que incluso rechaza la ayuda exterior europea tras el terrible terremoto en el que se ha visto inmersa recientemente junto a Turquía.

Un buen amigo mío, el fotógrafo gijonés Juan Pruneda “Chancha”, me comentaba hace unos días: “En breve empezarán las obras y mejoras por todas partes porque llegan las elecciones. Verás cómo muy pronto me vas a dar la razón”…Y ya mismo se la tengo que dar porque algo ya he visto y no sólo por nuestra zona. Es lógico y lo asumo con naturalidad pues hay que iniciar la campaña y tratar de buscar votos. A mis años y por decirlo de alguna manera, todo lo que sea para mejorar nuestra calidad de vida lo considero como un bien endémico que nos beneficia a todos y que se produce cada vez que se avecina una convocatoria a las urnas.

Sin embargo en esta ocasión me extrañaba que todo estuviese tan tranquilo por la Villa pues, hasta que hemos conocido a los candidatos del PSOE y Foro, apenas se notaba por aquí que falta poco para votar cuando desde hace tiempo ya se conocían los cabezas de cartel y primeros puestos de las listas en otros lugares.

Tal vez todo se deba al desencanto con lo que estamos viviendo en general. La apatía de los ciudadanos puede venir por ese desasosiego casi permanente que sufrimos con el aumento del coste de la vida, el cierre de negocios, las continuas reivindicaciones de la sanidad, de los jubilados…o la corrupción, la violencia y tantas malas noticias que recibimos a diario. Todo ello nos arrastra y empuja hasta este silencio de la desgana (mutis por el foro en teatro), al tener la impresión de que no contamos para nada ni para nadie. Algo así como vivir resignados a lo que nos venga y tener asumido en nuestro interior un “ye lo que hay” ante la desesperante desilusión que nos ha generado la inmensa mayoría de nuestra clase política con sus continuos y cansinos rifirrafes que han hartado al pueblo. Además, ahora, ya nadie puede echar la culpa al bipartidismo. Ahora son muchos más los grupos que reivindican sus posiciones y levantan la voz dando la continua sensación de que no son nada felices (pese a los sueldos), y están cabreados todo el día.

Que cambio tan grande…Recuerdo la ilusión y alegría de hace doce años en que sin nada de éxito tuve una breve incursión en el mundo de la política local. Creía firmemente que podía aportar algo bueno y distinto a Villaviciosa y a sus vecinos que desde entonces son los míos pues fijé mi residencia en San Martin del Mar. Aquella primera y única experiencia de entrar en política la viví intensamente y pese al fracaso, todavía hoy se la recomiendo a algunos amigos y conocidos: "Si no te gusta lo que hay... en vez de quejarte, da un paso al frente y prueba. Verás lo difícil que es”.

Había que enfrentarse a grandes formaciones. Entre los partidos pequeños como el nuestro y a los que se ninguneaba con descaro, había un bue ambiente al menos en los previos de la campaña. Llegado el día D y terminad el recuento de papeletas, asumimos con tristeza nuestra derrota.

Para entonces ya me había dado tiempo a conocer desde dentro parte de la maquinaria electoral, las artimañas de otros aspirantes y algún que otro abuso y trato desigual que sufrimos, seguramente, por nuestra bisoñez. Pero para mí personalmente aquello fue una gran experiencia de vida que me permitió conocer mucho mejor a personas entregadas de verdad a nuestra causa también para descubrir a otras que no eran como nos habían hecho creer.

Llegan marzo, abril y mayo. Sólo quedan tres meses para la próxima convocatoria del 28 de mayo y de momento no percibo el más mínimo "espíritu electoral" ni por Villaviciosa ni por alguna de las parroquias que he visitado últimamente. ¿Estará influyendo la situación mundial? ¿O acaso será el desencanto que nos acompaña?

Hasta hace muy pocas horas los nombres de candidatos a la alcaldía de Villaviciosa no existían. Algo así como que nuestros políticos estuviesen “missing”, desaparecidos. Ahora ya sabemos que dos de nuestros vecinos se postulan para el cargo y desde aquí, a Alejandro Vega y a Francisco Menéndez, les deseamos la mejor de las suertes.

Seguro que en los próximos días tendremos noticias del resto de formaciones a pesar de que no hace mucho alguien con sorna y humor me comentó que e este tiempo y siendo asturianos “los partidos de la Villa están como el oso pardo en plena hibernación y habrá que esperar a que llegue la primavera”.

La verdad es que casi acierta pero, el 28M está a la vuelta de la esquina y se ha roto el silencio. El silencio de la desgana.