Opinión

Alegrias y tristezas

Con independencia de la rivalidad existente entre nuestros dos principales equipos de fútbol creo que es bueno para nuestra Asturias tener de nuevo un representante en la máxima categoría del balompié español. Por méritos propios y por habérselo trabajado hasta el último minuto de la prórroga, el Real Oviedo consiguió la gesta el pasado sábado veintiuno de junio tras imponerse a un muy buen equipo como fue el Club Deportivo Mirandés.

No fue fácil conseguir esa clara victoria por tres a uno pues los burgaleses no solo se emplearon a fondo sino que, además, empezaron marcando y poniendo las cosas muy cuesta arriba para los discípulos de Veljko Paunovic, el míster que ha infundido a todos la fe en el ascenso con su “sí es posible”, desde que llegó a la capital asturiana sustituyendo a Javi Calleja.

Y como se decía antiguamente, con el pitido final del trencilla de turno, Don Miguel Sesma Espinosa, se desbordó toda alegría que estaba almacenada en los corazones de los aficionados y seguidores oviedistas a lo largo de veinticuatro años que, para muchos, se han hecho eternos. Hasta Melendi (cantante y profeta con su “Volveremos”), detuvo momentáneamente su concierto en Torrelavega para saber cómo iba el Oviedo llevándose la gran alegría al saber que su equipo ya estaba en Primera División.

Era pues más que previsible la invasión del campo por más advertencias que se hubieran dado. La alegría estaba más que justificada y nos vino muy bien a todos (incluso a los del Sporting), porque nos hizo olvidar durante todo un fin de semana la tensa y terrible situación de nuestros representantes políticos, la de sus ya ex dirigentes, las declaraciones, idas y venidas a los juzgados y hasta las amenazas de ese rubio americano que se considera presidente del mundo mundial y que tiene por nombre el de un famoso pato de los dibujos animados.

Oviedo, asturianos y gentes venidas de muchos lugares salieron a la calle para mostrar toda la felicidad que les había proporcionado el equipo de la capital del Principado. Tras lo visto y acontecido me temo que el gran Santi Cazorla terminará subiendo a los altares no sé si con la bendición o no del arzobispo Don Jesús Sanz Montes o al menos, haciéndose un hueco en el banco del Campo San Francisco para cambiar impresiones junto a Mafalda por expreso deseo de su tocayo y compañero de equipo, el pibe Santiago Colombatto.

Pero hasta en los momentos de gran alegría hay instantes que no lo son para todos pues muchos -y en estos tiempos más- ni perdonan ni olvidan. En un día de fiesta grande como la del domingo pasado hubo quien recordó lo que sucedió allá por el año 2003 con el Astur F.C. Alfredo Canteli entonces presidente del Centro Asturiano y hoy alcalde de Oviedo, se convirtió involuntariamente en la diana perfecta por haber apoyado aquél proyecto futbolístico de entonces. En la celebración del pasado domingo -muchos años después- tuvo que escuchar demasiadas “gaitas destempladas” desde el balcón del ayuntamiento que preside pese a estar al lado del capitán e ídolo del equipo a quien propuso dedicarle la Plaza América.

Simultánea y desgraciadamente el Real Oviedo perdía ese mismo día a uno de sus grandes seguidores quedándonos sus familiares con la duda de saber si mi tío Jose Rivaya Fonseca, hubiera sido conocedor del ascenso del equipo carbayón.

Alegrías y tristezas. De verdad que tengo gran pena por su pérdida sin haberme podido despedir de él hasta acercarme el lunes al tanatorio Los Arenales y acompañar a su esposa e hijos. Fue su hermano Joaquín quien me transmitió la noticia en plena celebración del ascenso ovetense. Y confieso que me he sentido mal por no haber encontrado ninguna reseña ni artículo en los medios de comunicación cuando estoy más que seguro de que lo tenía bien merecido. Jose era un ovetense de pro. Animado y entusiasta. Culto y trabajador. Muy buena persona. Era un hombre, como diría el entrenador Louis Van Gaal, “siempre positivo y nunca negativo” que fue capaz de hacer todo para que Ceceda tuviese una piscina en la que que grandes y chicos disfrutasen del verano “escabecheru”. Recuerdo que cuando vine desde Madrid con mi conjunto musical “La Calavera” para animar las fiestas del Carmen fue él quien se encargó de preparar los “afiches” (carteles que aún conservo), y de publicitar nuestra actuación en toda la prensa asturiana.

En otro orden de cosas a Jose Rivaya muchos le conocieron por su “apellido ficticio”, Jose Ceceda, en honor al pueblo de Nava en el que nuestra familia tiene sus raíces y en el que pasaba las vacaciones. Jose Ceceda siempre fue todo un referente como grandísimo locutor y estaba considerado como una estrella de la radio comercial asturiana. Junto a Inés Turbón condujo el programa “De él para ella” que tenía sus guiones escritos por Pablo Antonio Villamar.

Fernando Poblet Vega-Arango dejó constancia de todo ello recogiendo en su obra “Historia de la Radio” (1983), los éxitos alcanzados por Jose Rivaya en compañía de Menchu Álvarez del Valle -abuela de la Reina Doña Letizia- con el programa “Coser y Cantar” emitido por Radio Oviedo con guión de Francisco Arias de Velasco y en el que posteriormente también participaron César Calvo, Luis Suárez, Carlos Álvarez, Manolo Aguadé, Emilio López Tamargo y Manolo García (que nada tiene que ver con el cantante de “Los Burros” y el “Último de la Fila”).

En mi paso 1984-1986 como operador de cámara por el centro territorial de TVE en Asturias (entonces en los bajos del antiguo Carlos Tartiere), fue precisamente mi compañero Emilio Tamargo quién más me habló de él. Todo, absolutamente todo cuanto me comentaba de él eran buenas palabras llegando incluso a confesarme que “Tu tío me enseñó a hablar, a vocalizar, a saber dirigirme a los entrevistados... Me enseñó todo lo que sé hoy y sin duda, fue mi mejor maestro. El mejor que pude tener”.

José Rivaya fue también Presidente del Colegio de Gestores de Asturias a finales de los años sesenta. En su hogar veraniego (la “Casa Nueva” de La Rendona), una tarde de agosto me dijo mientras jugaba al dominó que eso de ser presidente le había facilitado hasta escoger la matrícula de su nuevo coche…

Y siempre creí que aquél su nuevo Chrysler Talbot 150 de color teja tenía una matrícula única y muy especial como era O-0000-O. Sin embargo sus hijas Isabel y Teresa fueron las que el otro día me confirmaron que la última letra era “W” y no una “O”. La de todos los “ceros” le correspondió a un taxi ovetense marca Seat y modelo 131... Al margen de anécdotas Jose Ceceda era también un apasionado de la pintura y gracias a las casualidades y vueltas que da la vida voy a terminar con unos apuntes que no sé bien si son filosóficos o matemáticos.

Hace cuatro años, el 21 de junio de 2021, falleció Humberto Alonso, Hijo Adoptivo de Villaviciosa (2009), y conocido por muchos como “El pintor de la Ría”. El 12 de febrero de este año Asturias perdió también al gran periodista y escritor Evaristo Arce, asimismo Hijo Predilecto de la Villa (2019). Los dos eran íntimos amigos y con ellos en el año 2015 compartí una “tarde de arte” en la propia casa de Humberto. Pero, lo que no sabía de ellos es que también, eran íntimos de mi tío. De hecho yo conocí a Humberto cuando grababa la inauguración de la Hostería de Torazo (18 junio 2005), y me preguntó si tenía algún parentesco con Jose Rivaya.

Alegrías y tristezas. Los tres amigos coincidían en casi todo pues eran hombres buenos, generosos, rigurosos y muy trabajadores. Un nexo de unión imposible de separar o romper. Alegría por sus dilatadas y exitosas vidas además de su vocación y espíritu de servicio a la cultura y a los demás. Y pese a su ausencia entre nosotros, alegría también por el homenaje que desde este viernes se rinde a Evaristo Arce Piniella en Villaviciosa con la inauguración de una muestra única en la Sala de Exposiciones -que llevará su nombre- del Ateneo Obrero.

Por vez primera el Ayuntamiento expone los cuadros ganadores del Certamen de Pintura de Villaviciosa desde su creación en 1998. Una exposición que les recomiendo no deben perderse ya que recoge las obras de las veintisiete ediciones celebradas hasta la fecha.

Y junto a la alegría de esto último… la tristeza que acarrea despedir a las tres últimas carmelitas de Vedruna (Colegio San Rafael), una comunidad religiosa que había llegado a Villaviciosa hace ciento treinta años. Vamos a echar de menos a nuestras monjitas Isabel Nieto, Aurora Villoria y a Victoria García del Cueto con quien en una fiesta del cole, “bailé” en un prao de Tornón al ritmo de David Civera (y hay video).

Y tristeza también por la noticia del fallecimiento de otra muy buena persona como Tino “El Roxu” (Florentino Mañana García), a quien grabé en exclusiva “enseñando a escanciar” un culín de sidra ni más ni menos que al entonces Príncipe de Asturias y hoy Rey de España, Don Felipe VI. Ocurrió el 9 de noviembre de 1996 en la antigua “Plazuela” de Nava cuando el resto de cámaras de TV. estaban esperando a su alteza y séquito en otro lugar de la Villa de la Sidra.

Aquellas imágenes, aquellas risas y sonrisas de los protagonistas darían la vuelta al mundo pues me las pidió otro inolvidable como Tico Medina para Antena 3 TV. Se las llevó en mano el redactor Fran Blanco Argibay que se había desplazado a Asturias y tan sólo pedí que al emitirlas figurase mi nombre y apellido como autor de dichas imágenes algo que como suele pasar -y aunque te lo aseguren- jamás sucedería.

Pero creo que lo mejor es quedarse con las alegrías y no con las tristezas. Igual que el Real Oviedo, el Club Deportivo Lealtad de Villaviciosa también ha ascendido a Segunda RFEF y no solo los “Black Boys” sino toda la Villa, está feliz. ¡Enhorabuena Lealtad! ¡Enhorabuena chavales! Creo que este es el mejor final para el día de hoy.

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