Opinión

Un verano muy caliente

En el inicio de este verano me llama poderosamente la atención el ansia o la necesidad de muchas personas que conozco bien al confesarme sus ganas de “desconectar” y huir de la rutina cotidiana, del mundanal ruido. Llegado este momento, consideran obligatorio salir, viajar, descansar y descubrir nuevos rincones y lugares. En pocas palabras, romper con la monotonía. Es a diario y en muy diferentes ambientes cuando suelo escuchar frases como “¡Necesito irme unos días de vacaciones!”.  

No cabe ninguna duda de que estamos cansados. Todos o casi todos -y lo saben- nos levantamos cada mañana con la espalda y cintura machacadas como si no hubiéramos descansado pese a haber pasado toda la noche en la cama. Por otra parte, el tiempo vuela y sin darnos cuenta, salvo por esa primera ola de calor que nos ha dejado altísimas temperaturas, el verano ya está aquí y ha llegado con todas sus consecuencias. Para prevenirnos nos anuncian que será un verano muy caliente cuando  personalmente, creo que ya lo es al menos por la situación política en la que vive nuestro país.

Sin conseguirlo del todo cada semana trato de no repetirme en temas que ya he escrito con anterioridad a fin de no resultarles pesado y cansino. Pero mi esfuerzo resulta inútil porque son muchas las cosas que se repiten inexorablemente al vivir en un mundo cíclico donde al día le sigue la puesta de sol y el atardecer. Luego llegarán la noche, la luna y las estrellas. Ley de vida.

En esta primera mitad del año muchos han sido los acontecimientos “externos”, los sobresaltos y preocupaciones que hemos vivido. Ucrania, Rusia, Gaza, Israel, Estados Unidos, Irán y hasta el Vaticano… nos han tenido en vilo. Pero a nivel “interno”, la palma se la ha llevado ese permanente odio y enfrentamiento que mantienen entre sí los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, algo que no beneficia en nada a nuestro país y  que nos hace sufrir -creo que a todos- desde hace mucho tiempo.

Esta vez la ciudadanía parece que se ha hartado y no ha aguantado más decidiendo dar un portazo a sus señorías, olvidarse de ellos y marcharse a cualquier parte para pasar unos días de vacaciones aunque no haya dinero. Viendo lo que vemos y sabiendo que no tenemos muchas opciones,hay que asumir y dar por hecho que aquí en España nadie quiere dar su brazo a torcer y ello hace que, cada día, los españoles se vayan distanciando más y más de los políticos. Ya nadie se cree nada incluyendo hasta los afiliados y votantes o simpatizantes de los dos  partidos mayoritarios.

A simple vista no hay figuras preparadas y carismáticas que puedan llevar los destinos de nuestro país. Y tampoco se confía mucho en los próximos cambios que anuncian los populares para su staff. En el otro lado digamos que asumimos que “el horno no está para bollos” y la situación -por más apariencia de normalidad que se le quiera dar- es más que preocupante.

La convulsión que ha supuesto para todos los socialistas el ingreso en prisión de Santos Cerdán (además de las amenazas de ruptura de sus socios y el temor a posibles nuevas declaraciones de José Luis Ábalos, Koldo García e incluso, del propio Santos Cerdán con el fin de rebajar su condena y salir lo más pronto posible de Soto del Real), los ciudadanos han puesto pies en polvorosa rumbo al mar y la montaña sin querer saber más de la tiranía política.

Hastiados, aburridos y “¡hasta el moño!” -como alguien dijo textualmente- parece que los españoles han decidido cortar por lo sano y marcharse de vacaciones con la esperanza de que la clase política reaccione de una vez por todas y admita el malestar que ha generado en la población.

¿No han visto esta semana las imágenes de la muchedumbre de viajeros en el Aeropuerto “Adolfo Suárez” Madrid-Barajas? Caos total con colapso de gente que derivó en que más de quinientos pasajeros perdieran sus vuelos a causa de la falta de personal y el retraso en el transporte a dicha Terminal T4.

En la noticia de la televisión la voz en off (femenina), decía que “…Todo se debió a una avería en los trenes y  a un fallo informático…” (Supongo que el Ministro de Transportes, Óscar Puente, ya habrá tomado buena nota aunque no sé si todavía le quedarán hojas en su cuaderno-bitácora tras apuntar tantas averías de trenes, retrasos y demás incidencias desde que llegó al cargo).

Y también me sigue rondando por la cabeza la frase de un vecino que escuché hace días… ¿Será verdad que si se convocan elecciones a la vuelta del verano todo va a seguir igual? añadiendo que era lo mismo votar que no votar porque pese a todo lo que ha pasado nada cambiaría...

Esa doble duda decidí comentarla con mi entorno más próximo de amigos y la conclusión general fue que “Si llegara a pasar eso se confirmarían el desencanto y la desilusión de todo el país con sus dirigentes políticos”.

Otros comentarios que salieron a la palestra en aquél encuentro informal fueron: “El PP nunca ha sabido rentabilizar a su favor los escándalos y corrupciones de los socialistas cosa que, por el contrario, el PSOE sabe hacer perfectamente manejándolo con precisión cada vez que hace falta”.

Alguien apuntó también que en Villaviciosa, hace años, escuchó a un alto dirigente de los populares asturianos comentar a los que le acompañaban: “Es mejor que gobiernen ellos y sean ellos los que tengan que dar la cara… Nosotros estamos bien así. Tenemos despacho, coche oficial y buen sueldo sin tener que rendir cuentas”. En pocas palabras: que trabaje el PSOE que a nosotros así ya nos vale. Sucedió en 2003 durante una visita a las obras del túnel que pasa bajo la ría maliaya.

Verano caliente y movidito por lo que parece puesto que hasta el rey emérito Don Juan Carlos quiere regresar y residir nuevamente en España queriendo hacer las paces con su familia (y con los españoles), mientras repasa y da los últimos retoques a sus memorias que, salvo cambio de última hora, llevarán por título “Reconciliación”. Un libro autobiográfico que a finales de este año será publicado por la editorial Planeta.

Otra cuestión innegable al comienzo de la temporada estival 2025 es la buena posición que ocupa el Principado en el ranking de preferencias y destinos del turismo nacional e internacional. En este caso la incidencia que lleva a muchos para escoger nuestra tierra se debe en gran parte al cambio climático. La belleza del paisaje con mar y montaña, la gastronomía y muchas cosas más unidas a las agradables temperaturas que ofrece Asturias son un atractivo irrenunciable para turistas y veraneantes.

Y no tan agradable también me gustaría preguntar en estos primeros días del mes de julio si alguien me puede explicar… ¿Cómo es posible que una vez más lleguemos a estas alturas del año con las carreteras de nuestro entorno sin desbrozar ni limpiar? En viales con peligrosidad que no tienen ni arcén y con el incremento de tráfico y peatones en esta época creo que no es normal el estado que presentan la hierba y maleza que, en muchos sitios, impide ver las señales y guardarraíles. Algo que compruebo diariamente. Por esto había preguntado a finales de mayo y se me respondió que se limpia normalmente en el mes de junio.

Pues mañana lunes es siete de julio (San Fermín), y por ahora, no se ve por la VV-5 (de El Gobernador a Tazones, El Puntal, San Martin del Mar y Pentanes), ni una sola máquina ni operario alguno de carreteras pudiéndoles asegurar que la llegada de turistas y viajeros a Villaviciosa es toda una realidad, prácticamente, desde que concluyó Semana Santa. Ver veremos, que dice un amigo.

Estos días con algo de ‘orbayu’ y alguna que otra tormenta los termómetros se han suavizado en Asturias mientras que en muchos lugares de España han seguido sufriendo temperaturas extremas. En cualquier caso estoy convencido de que este será un verano muy caliente para todos y al margen del desasosiego que nos producen quienes mandan, les deseo de corazón que descansen y se lo pasen muy bien -o lo mejor posible- desde ya mismo.

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