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Opinión

Llenos de dudas

Vivimos tiempos convulsos en los que la agitación social campa a sus anchas por todos los rincones de nuestro mundo. Este fenómeno viene aderezado, sin duda, por todos los cambios violentos en los que intervienen múltiples factores como pueden ser los enfrentamientos bélicos y territoriales con guerras e invasiones avaladas por las ansias de poder y crisis de todo tipo. De todo ello no se escapan la política ni sus distintas ideologías y regímenes. Derecha, izquierda e incluso los más extremos donde se cobija el personal más ultra…

En este contexto podríamos decir que tampoco son ajenos otros temas como la situación económica en muchos países, es decir, la pobreza o la falta de alimentos que ocasionan lo que conocemos por hambruna. Todas estas causas hacen inviable una vida tranquila y feliz en muchas partes del mundo actual.

Pero hay más y es que a todo ello hay que añadir el estado de duda permanente en la que nos encontramos los ciudadanos que no mandamos nada y que poblamos la Tierra. Ante tantas preguntas que nos hacemos y ante tantas y tantas dudas que se nos plantean resulta hasta lógico y comprensible que no sepamos como encarar las distintas situaciones que se nos plantean. ¿A quién debo creer? ¿De qué lado hay que estar? ¿Me equivocaré?... Sin ir más lejos y con su permiso voy a refrescarles la memoria: El aspirante frustrado al Premio Nobel de la Paz consiguió la presidencia de los EE.UU. para los republicanos acabando con la hegemonía en los últimos tiempos de los demócratas Barak Obama, Joe Biden y otra aspirante, Kamala Harris, que se quedó sin corona. Sería el prepotente Donald Trump quién regresó a la Casa Blanca para afrontar su segundo mandato presidencial pensando, incluso, en un tercero algo que las leyes americanas no contemplan.

En esas últimas elecciones el millonario yankee de pelo naranja y que -inesperadamente para muchos- se había quitado de en medio a la señora Harris, se impuso en los comicios con autoridad contando con el apoyo mayoritario de miles de votantes. Sin embargo y a pesar de todo el dinero que pueda tener (de los juicios pendientes que tiene no hablamos), en muy corto espacio de tiempo, ha perdido la credibilidad y el apoyo de muchos de los suyos por su forma de gobernar protagonizando “numeritos” nunca vistos en un presidente americano como sucedió con el amor y posterior divorcio con Elon Musk, los cambios de personal de su confianza o sus insultos y amenazas a la prensa, etc. etc. Un estilo que no gusta o no era el que esperaban para muchos de los ciudadanos que le dieron su voto.

Trump presume de haber acabado con ocho guerras en todo el mundo… pero la realidad es que no ha terminado ni la de Ucrania que, como anunció a bombo y platillo, era algo de lo que se iba a encargar rápidamente. Por otra parte, la Rusia de “su” amigo Putin sigue bombardeando y causando víctimas todas las semanas incluso -por error o no- más allá de las fronteras ucranianas.

Cuando escribo esto aún no se ha resuelto el final de la guerra entre Israel y Palestina aunque se ha llegado a un acuerdo para el “alto el fuego” en este mismo fin de semana. También acuerdo sobre la entrega de rehenes y prisioneros (más de 2.000 palestinos), entre “su” otro amigo Netanyahu y los terroristas de Hamás. Un acuerdo que ha llenado de alegría a israelíes y gazatíes. En fin… “Ver veremos” y tendremos que esperar para saber si el poder del presidente americano -ya sin Premio Nobel de la Paz este año- es capaz de detener todas esas masacres que han causado miles de víctimas. Confieso que desde la llegada de Trump a mí se me quitaron las ganas de viajar a Estados Unidos y conocer Nueva York antes de marcharme para el otro barrio.

En consecuencia, decidí abrir mis dos huchas con las monedas de dos euros que iba guardando y he empezado a pensar en otros proyectos. A día de hoy, de USA sólo me atraen esas dos “Barbies” (Melania, la esposa del señor Trump y Karoline Claire Leavitt, la rubia portavoz de la Casa Blanca que tiene carita de no romper ni un plato pero que demuestra un estilo madrileño y muy “Isabelino” porque no se corta un pelo pese a que sólo tenga 28 añitos. (Lo que todavía no he averiguado es si le gusta la fruta o no).

Como les decía al principio son muchas las preguntas que nos hacemos a diario y muy pocas las respuestas convincentes que nos dan. Y esto empieza a ser un mal endémico como lo es la gripe, el Covid o un virus que nos tiene a casi todos con fiebre estos días, hartos de usar el pañuelo y con cansancio y malestar general.

Cambiemos de tema. ¿Qué les parece si hablamos de la más que famosa “Flotilla”? Me pregunto tras lo sucedido y lo que hemos visto por televisión y redes sociales… ¿A quién debo creer? ¿Quién dice la verdad? ¿De qué lado hay que estar? “La Flotilla de la Libertad” comienza en junio con un barco fletado por FFC (Freedom Flotilla Coalition), al que se van sumando otros más teniendo como objetivo fundamental llevar ayuda humanitaria a Gaza. FFC es una red que organiza misiones marítimas -no militares- destinadas a romper el bloqueo que ejerce Israel sobre Gaza y que ya ha costado la vida a más de 67.000 personas. Según Israel “La Flotilla” está parcialmente financiada por Hamás.

Cuando ya tenían Gaza muy cerca, el barco en el que viajaban los 49 españoles que se habían unido a esa misión fue asaltado por miembros del ejército israelí que los detuvieron. Sin violencia, los militares -armados- subieron al barco aprovechando la noche atando de manos a los prisioneros para finalmente, llevarlos a puerto donde quedarían encarcelados hasta su deportación. De entre todos los detenidos la persona más conocida era la exalcaldesa de Barcelona, la señora Ada Colau, que se nos presentó como una nueva y flamante corresponsal de TV desplazada al conflicto.

Las redes sociales publicaron que gracias a “La Flotilla” se consiguió que la señora Colau “hablase en castellano por vez primera y se sintiese española por los cuatro costados” hasta para pedir ayuda al gobierno nacional que les envió una fragata del ejército. “Un barco militar que seguro que cuesta una pasta y que pagaremos todos”. ¿Qué pasó con la ayuda humanitaria que llevaban? ¿Dónde quedó o a quién fue a parar? o acaso ¿iban de vacío y no llevaban nada? Llenos de dudas queremos que alguien -con certeza y rigor- conteste a nuestras preguntas.

Tras la liberación de los primeros detenidos, el gobierno de la nación puso a disposición de los mismos un avión que los trasladó hasta España. Su aparición por las puertas de los aeropuertos recordaba más la llegada de la delegación olímpica de nuestro país que la repatriación de unos luchadores que habían sufrido en alta mar más de un mes… Pero ¿quién paga los pasajes? ¿Quién “uniformó” iguales a todos los viajeros? ¿El ejército israelí o la policía de Benjamín Netanyahu?... Nadie hasta ahora ha dicho ni “mu” (posiblemente por miedo a PACMA por su lucha contra el mundo de los toros).

Mejor es que me olvide ya de “La Flotilla”. Ahora toca felicitar a esa mujer venezolana que es María Corina Machado -luchadora y opositora a los regímenes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro- por la consecución del Premio Nobel de la Paz de este año. Lo que no sabemos es cual será la reacción de Donald Trump tras este nuevo fiasco que seguramente para él es toda una injusticia. No olvidemos que el presidente americano lleva reclamando este premio desde hace ya varias semanas…

Mi despedida de hoy coincide con el adiós a un muy buen amigo que, de forma rápida y cruel, nos ha dejado hundidos y llenos de tristeza a cuantos le conocíamos y queríamos. Villaviciosa y muchos lugares más ya están echando de menos al bueno de Gabriel González Tuya a quien conocí como cajero de un banco cuando fui a cobrar un cheque hace ya muchos años cuando todavía se usaban aquellos famosos talonarios. (Si te pagaban lo escrito en aquél papel salías del banco dando saltos de alegría).

Me dicen quienes le conocieron antes que yo que, era un hombre aparentemente serio pero que siempre transmitía alegría. Que era un gran trabajador al que le gustaba tocar la guitarra, componer “cancionines” y cantar a ‘toes hores’. A propósito de esto, a la salida de su funeral este pasado jueves, alguien me comentó que “la noche anterior a su muerte estuvo cantando con su compañero de habitación del Hospital de Cabueñes.

Recuerdo que se acercó hasta mí cuando grababa con la cámara en el Teatro Riera de Villaviciosa: “Me gustaría tener un video de la muestra de tonada asturiana que organizo todos los años”. Así nos conocimos y me confesó que renunció voluntariamente a seguir como director de la sucursal bancaria prefiriendo ser cajero pues le gustaba tener un contacto más directo y tranquilo con todos los clientes y vecinos.

Por eso y pese a la pena que siento y las lágrimas que he vertido desde que recibí por su hija Ana la noticia de su fallecimiento, me alegro enormemente de que el tanatorio y la iglesia parroquial de la Villa estuviesen abarrotados de amigos, vecinos y gentes venidas de muchos lugares para acompañar a su familia y despedirse de él. A Gabriel González Tuya que empezó a cantar “más en serio” hace sólo catorce años, le quería todo el mundo por ser muy buena gente y absolutamente solidario con todos.

Las fiestas religiosas de los pueblos siempre contaban con él que preparaba encuentros y muestras de tonada asturiana con los mejores cantantes de Asturias y Cantabria a fin de recaudar fondos para asociaciones y colectivos vulnerables.

También organizaba los festivales navideños en los que contaba conmigo como presentador y con otros amigos como Cholo Parajón (gran fotógrafo que le editaba los videos para sus canciones).

Autor de letras, músicas y canciones que ya forman parte de la mejor y más comprometida discografía astur como “Recuerdos”, “La Portalina y el Neñu” o sus “Añoranzas de la Ría” que resonó con toda su fuerza en el último pregón de las Fiestas del Portal en la plaza del Ayuntamiento cuando todavía peleaba por salvar su vida el pasado doce de septiembre…

Este miércoles llamé a Gabriel pero no me contestó y le envié un ‘wasap’ con el siguiente texto: Te he llamado para ver cómo te encontrabas pero no hemos podido hablar. Dime algo cuando puedas. Un fuerte abrazo y no olvides que te quiero (y no soy nada “guey”), más emoticono de un beso. Inmediatamente su hija Ana me respondía: “Hola Luis… Papá acaba de fallecer esta mañana…” (y rompí a llorar).

Descansa en paz Gabriel y canta por ahí arriba con todas tus fuerzas. Yo aquí abajo hablaré con tus amigos de la música, con el alcalde y los concejales de nuestro Ayuntamiento para a llevar a cabo esa nueva edición del Festival de Navidad que tenías previsto para el 12 de diciembre en el Teatro Riera como me comentaste la última vez que hablamos. Tú serás la estrella que nos guíe para que todo salga bien.

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