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Cambio de rumbo en la estructura sectorial

Las microempresas impulsan los sectores emergentes

Joaquín Lorences. MIKI LÓPEZ

Industria tecnológica. Asturias tiene más empresas industriales con intensidad tecnológica media-alta que en 2008 en ciertos subsectores químicos (fabricación de fertilizantes, de pinturas y de fibras artificiales) y en el metal (fabricación de cables y de otro material eléctrico, maquinaria de uso general, máquinas-herramienta para trabajar el metal, vehículos de motor y material ferroviario). En alta tecnología, Asturias gana empresas en las fábricaciones farmacéuticas y en componentes electrónicos. La región presenta un desempeño mejor que la media española en la medida en que consigue aumentos en un mayor número de ramas que España, pero por otra parte mantiene un atraso que viene de antes de la crisis. Los negocios industriales y de servicios de media-alta y alta tecnología eran 1.066 en 2014, el 1,92% de las 53.662 todas las empresas (excluidas las públicas y los servicios financieros), cuando el promedio de España es del 2,37%. Madrid llega al 4,8%, Cataluña al 3,7% y el País Vasco al 3,5%.

Servicios de apoyo. "Los servicios avanzados son la base de la nueva industria; los desarrollos de ésta se verían frustrados sin ese apoyo", remarca Joaquín Lorences. Asturias gana empresas con asalariados en cuatro de estas actividades: telecomunicaciones, programación informática, grabación y edición musical e investigación de recursos naturales. Y consigue incrementos en numerosos servicios de apoyo a las empresas menos sofisticados, pero también indispensables y en los que la región siempre ha sido deficitaria. "Algunos creemos que esa ha sido una de las claves del reducido tamaño de la industria manufacturera, que tenía que buscarse el apoyo técnico fuera de la región", añade Lorences. La relación incluye los despachos jurídicos y fiscales, consultorías técnicas, diseño especializado, traducción, alquiler de vehículos, agencias de colocación, sistemas de seguridad, otras actividades profesionales...

En todos los casos los crecimientos son modestos y generalmente las iniciativas que afloran son microempresas, con menos de diez trabajadores, pero Lorences les atribuye un alto valor: "Esas nuevas empresas señalan la existencia de un nuevo modelo de crecimiento, ahora embrionario y todavía sin la fuerza para compensar las pérdidas en los sistemas nucleares del modelo anterior, pero que sí tiene un gran interés cualitativo; el futuro de Asturias y de España ya está en embrión en el presente; hay que saber dónde mirar", reflexiona.

Lorences cree que a la Administración compete "ser sensible" y "apoyar de forma decidida" esas actividades que emergen en Asturias, removiendo obstáculos burocráticos, favoreciendo el crédito y propiciando también el retorno de profesionales emigrados con alta cualificación. Como ha descrito en trabajos precedentes el catedrático asturiano, Asturias debe marcarse el objetivo de alcanzar los 500.000 empleos (120.000 más que ahora) para que el Estado del bienestar que disfruta sea sostenible. Ello requiere, concluye el economista salense, "20.000 empresas más" y un sistema de producción "basado en la tecnología y el conocimiento que ya está despegando, de una forma lenta, pero sólida".

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