Bruselas da la espalda al hormigón y se vuelca en la innovación. Ocho de cada diez de los 578,5 millones de euros que recibirá Asturias de los fondos europeos de aquí a 2020 estarán dedicados a actuaciones relacionadas con la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i).
El 31 por ciento del programa operativo del Principado para el próximo lustro, que ya ha recibido el visto bueno de la Comisión, se centrará en la mejora de la competitividad de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), con el objetivo de incrementar en un 10 por ciento el número de las que en la actualidad mantienen actividad exportadora. Además, otro 25,6 por ciento de las partidas comunitarias del programa operativo de la región para el periodo 2014-2020 irá al fortalecimiento de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación, mientras que algo más del 20 por ciento se gastará en actuaciones para la protección del medio ambiente. El objetivo del gobierno regional es aprovechar este dinero para que porcentaje de aguas residuales que se tratan suba un 20 por ciento en el plazo de cinco años.
En todo caso, según precisaron ayer fuentes de la representación de la Comisión Europea en España, en el transcurso de una jornada informativa celebrada en Madrid, el principal objetivo del programa operativo del Principado pasa por la "creación de empleo" en "actividades de alto valor añadido" y por "la mejora de la competitividad de la economía a través del apoyo a las pymes". Se busca la "transformación del modelo productivo" con "inversiones en investigación, innovación, las TIC (empresas tecnológicas) y la pequeña empresa".
Los 578 millones de euros que Asturias percibirá en los próximos cinco años de Europa se suman a los 2.200 millones de euros que los programas de cohesión han destinado al Principado en lo que va de siglo, según las cifras ofrecidas en el acto de ayer por los responsables de la Comisión. En concreto, fueron 1.397 millones de euros en 2000-2006 y algo más de 802 millones entre 2007 y 2013.
En total, la UE tiene previsto invertir en el periodo 2014-2020 un total de 28.600 millones de euros en España a través de sus políticas de cohesión. Dos mil millones se destinan a Extremadura, que es la única comunidad autónoma que está incluida en el listado comunitario de regiones menos desarrolladas. Otros 13.400 millones se los repartirán las denominadas regiones "en transición", que son Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha, Melilla y Murcia, mientras que a las comunidades más desarrolladas, entre las que está Asturias, les corresponde una partida total de 11.000 millones de euros. El enfoque de este nuevo periodo de ayudas comunitarias es radicalmente diferente al de convocatorias anteriores, según puso de manifiesto ayer en Madrid Mikel Landabaso, jefe de gabinete de la comisaria de Política Regional, Corina Cretu. El lema, apuntó, sería "menos cemento y más conocimiento". Y es que si en un principio las partidas europeas se centraron en el desarrollo de las grandes infraestructuras de transporte y, también, en las relacionadas con el Medio Ambiente, el foco para los próximos cinco años se posa sobre "la investigación y la innovación, las tecnologías de la información y de la comunicación, la competitividad de las pymes y la economía baja en emisiones de carbono. Se trata, según apuntó el alto funcionario comunitario, natural de Bilbao, de "sectores de futuro" que permiten un "crecimiento sostenible" y la "inversión en innovación, sin la cual no hay futuro".
Landabaso también hizo hincapié en la necesidad de fomentar la colaboración entre la iniciativa pública y la privada y subrayó la capital importancia que han tenido para España los fondos europeos. Según indicó, desde 1986 han supuesto el equivalente a dos planes "Marshall" de la posguerra europea. "Se trata de una descomunal estrategia de solidaridad con España del resto de la Unión Europea", añadió el jefe de gabinete de Cretu, quien también destacó la relevancia que ha tenido la UE para sostener la inversión en un país que, como España, ha visto como "la inversión se hundía por la crisis y cómo la recesión le ha hecho perder diez años de convergencia". Landabaso aseguró que todos los planes operativos españoles están ya aprobados por las autoridades europeas y valoró especialmente que el país, principal receptor de fondos comunitarios en las últimas décadas, "haya gestionado muy sólidamente esas ayudas".
