Manuel González Orviz será el único representante asturiano en la comisión creada ayer, que será la encargada de diseñar la asamblea de "refundación" o "recomposición" de IU tras la peor debacle electoral de su historia.
-¿Afronta IU tras los resultados del 20 de diciembre la crisis definitiva?
-La supervivencia de IU está fuera de duda. Y ahora serán los afiliados y simpatizantes, los que participaron en Unidad Popular, los que deberán definir cómo tiene que ser esta herramienta, para hacer políticas de izquierdas. Lo que vaya a ser IU lo van a decidir las bases.
-Hay dos corrientes, una más crítica y otra más cercana a Podemos. ¿Hubo confrontación en el consejo político?
-Nuestra preocupación está fuera, en la sociedad. Hemos puesto el foco en la política. Lo primero que planteamos es la disponibilidad para que el PP no gobierne. Es un planteamiento similar al que tenemos en Asturias, facilitar un Gobierno de progreso. Y a partir de ahí, hay que impulsar políticas concretas: la ley de Emergencia Social, desmontar las reformas del PP... En España hay condiciones para que se desarrolle una política de progreso.
-El propio Alberto Garzón ha hablado de la necesidad de refundar el partido.
-La que defina el futuro debe ser nuestra militancia. IU ha sufrido desde 2013 un boicot mediático. El capital pone los focos en otros: hemos aparecidos en las portadas de la prensa nacional 83 veces menos que otras formaciones. En España hay un desorden político importante, pero la situación no es mala para intentar cambios que favorezcan a la sociedad.
-¿Y el riesgo de acabar fagocitados por Podemos?
-IU va a ser un proyecto autónomo que buscará espacios de colaboración y acuerdos con el conjunto de las fuerzas de progreso.
-¿Es Asturias una excepción de hostilidad entre IU y Podemos, mientras que en otros lugares de España el entendimiento es más fácil?
-No tenemos ningún enfrentamiento con Podemos. Nosotros planteamos nuestra colaboración, y no hemos tenido ninguna respuesta. Podemos ha facilitado con el PSOE siete gobiernos autonómicos, pero aquí no.
-¿El pacto de investidura con la Federación Socialista Asturiana corre riesgo, con estos movimientos que sufre IU?
-Nosotros mantenemos ante el Gobierno regional una oposición exigente en el cumplimiento de los acuerdos, como ya dijo Gaspar Llamazares, y eso no cambiará.
-IU obtuvo los peores resultados, en España, y también sufrió un varapalo en Asturias. ¿A qué lo achaca?
-Desde 2013 no hemos sido bien tratados por los medios de comunicación. IU no solo salió perjudicada por la ley electoral, también por la representación electoral ante la ciudadanía, ya que fue excluido de los medios, lo que nos perjudicó. Creo, también, que fue un error nuestro empeño en buscar una confluencia con alguien que no quería, no tuvimos la respuesta adecuada, y eso retrasó nuestra definición ante la cita electoral. Nosotros apostamos claramente por la política, por el programa. En Asturias, el nuestro era un voto útil, se lo disputábamos al PP, lo que al final no salió bien, y los conservadores obtuvieron tres diputados. Pero seguiremos con nuestro compromiso de representar con dignidad a nuestros más de 50.000 electores.
-¿Por qué fue posible una confluencia con Podemos en algunos lugares de España, y en otros no?
-Cualquier acercamiento entre fuerzas políticas debe partir del respeto a las distintas identidades, y una estrategia de encuentros y coincidencias programáticas, no de fichajes. Nosotros tenemos que estar donde tenemos que estar, no donde quieren los focos mediáticos que nos coloquemos.
