El centro de Asturias tiene una red ferroviaria de cercanías de 365,5 kilómetros en la que hay 171 paradas. Es decir, una cada 2,1 kilómetros de recorrido. Esta alta concentración de estaciones y apeaderos es una de las causas principales de que los trenes de proximidad de la región sean, junto a los de titularidad autonómica de Barcelona, los más lentos de las áreas metropolitanas de España que cuentan con una malla de cierta entidad. Además, la incidencia en los tiempos de viaje de la escasa distancia entre paradas también ha resultado determinante para una pérdida de competitividad del tren frente a otros modos de transporte que ha provocado en la región la mayor pérdida de pasajeros del país desde el estallido de la crisis económica. El retroceso supera el 20%.
"Los trenes paran mucho y así no pueden ser competitivos en tiempos de viaje", afirma Carlos Suárez, ingeniero de Planificación de Transporte de la consultora Vectio. Los datos refuerzan la tesis de los expertos que, como Suárez, apuntan a la lentitud del servicio para explicar que los asturianos hayan dado la espalda al ferrocarril. Y es que los convoyes que circulan por la red de vía estrecha de la antigua Feve presentan una velocidad comercial de 44 kilómetros a la hora, menor que los de León, y hay varios tramos en los que no llegan ni a los 30 por hora. En el tendido de ancho ibérico de Renfe la velocidad media se eleva hasta los 51,1 kilómetros por hora. Está por encima de la que presentan las redes ferroviarias de Madrid (50,5 km/h) y Barcelona (49,2 km/h), pero por debajo de los trenes de Valencia (62,5 km/h) y Guipúzcoa (52 km/h).
Las consecuencias de la escasa distancia entre apeaderos en el servicio se dejan notar especialmente en tramos de la línea F-4 Gijón-Cudillero o en la F-5 Gijón-Pola de Laviana. De La Felguera a El Entrego, los convoyes de vía estrecha ni llegan a esos 30 kilómetros por hora. La velocidad también es significativamente baja en puntos de la F-8 Baíña-Collanzo. Entre Oviedo y Gijón, los trenes de Renfe rondan una velocidad comercial de 55 kilómetros por hora en los servicios con paradas, que son la mayoría, y tardan 33 minutos en completar el recorrido.
La mayor parte de los trenes de cercanías de Asturias para en todas las estaciones de sus líneas, debido a la escasez de servicios semidirectos y pese a que la región suma 23 terminales que no llegan a los 15 pasajeros al día y a que otras 27 estaciones están por debajo de los 25 viajeros por jornada. El colectivo de usuarios "Asturias al tren" ha presentado un plan de racionalización del ferrocarril en el eje metropolitano que conlleva el cierre del 19% de las terminales operativas, que son, según los cálculos de este colectivo, las que no alcanzan los 15 pasajeros al día. Además, de acuerdo con esta tesis, en otro 18% de estaciones la parada pasaría a ser facultativa, al tener menos de 25 usuarios por jornada.
El plan de movilidad del Principado para los próximos años incluye una propuesta para generalizar los trenes semidirectos, hasta conseguir que el 75% de los convoyes no se detenga en 94 terminales que, por separado, no aportan ni el 5% de los viajeros a sus respectivas líneas. A la vista del revuelo que este planteamiento levantó en algunos concejos afectados, la consejera de Infraestructuras, Belén Fernández, aseguró que no prevé recortes en la programación actual y que los nuevos semidirectos serían "a mayores", pese a que los expertos ponen en duda que resulte viable tal incremento de los servicios ferroviarios en la región.
Las propuestas de Belén Fernández para relanzar el transporte público en el centro de la región recibieron ayer la censura del diputado autonómico de Podemos Héctor Piernavieja, que acusó al Gobierno regional de "defender el monopolio" de Alsa y "olvidarse" del ferrocarril público. El Ejecutivo de Javier Fernández "es un alumno aventajado de Mariano Rajoy", afirmó el parlamentario, contrario a una política de transportes que se circunscriba a incrementar la capacidad de las grandes infraestructuras y reticente a un planteamiento del Ejecutivo regional que teme es "a la medida" de Alsa.
Junto a Piernavieja compareció Manuel Carrero, responsable de Infraestructuras de Podemos, para detallar las propuestas de la formación en esta materia. Así, por ejemplo, defendió que la inversión prevista en la "innecesaria" línea de Alta Velocidad entre Pola de Lena y Gijón se dedique a la mejora de las cercanías ferroviarias y a obras que "vertebren el territorio" y que "no solo benefician a las grandes constructoras y financieras". Además, defendió la "accesibilidad" por encima de la movilidad.
