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Los lagareros reclaman apoyo al Gobierno para frenar la amenaza de la sidra vasca

El Consejo Regulador plantea una campaña de promoción con figuras mediáticas en EE UU como el cocinero José Andrés o el futbolista Villa

El reciente éxito de los productores de sidra vascos en mercados internacionales ha llevado a los lagareros asturianos a reclamar "un sólido respaldo institucional" para frenar la amenaza de la sidra de los vecinos del Norte. Dicen los productores de la región que "es cuestión de convicción y decisión, que no se nos pase el momento".

Para lograr ese objetivo el sector realiza un planteamiento claro: hacer uso de la sidra asturiana como arma comercial para desarrollar una campaña de promoción aprovechando "poderosas figuras mediáticas que triunfan en Estados Unidos", con raíces en el Principado, como el cocinero José Andrés o el futbolista David Villa. "Los vascos posicionaron su sidra apoyados en su gastronomía, con una pujante y consolidada imagen institucional", recuerdan desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida "Sidra de Asturias". El caldo regional está llamado a ser, según los lagareros, "el mejor embajador" del Principado. Un producto, cuyo ritual de escanciado proyecta "una arrebatadora imagen visual", apostillan.

El cultivo de manzana de sidra asturiana en Norteamérica es una "oportunidad para ampliar mercados", a juicio de la consejería de Desarrollo Rural. El Gobierno aplaude que el Ministerio de Agricultura americano reconozca la alta calidad del fruto regional mediante la importación de 17 variedades del Principado, tal y como informó recientemente LA NUEVA ESPAÑA. Algunos lagareros, sin embargo, observan con recelo que las manzanas registradas en la Denominación de Origen Protegida (DOP) "Sidra de Asturias" se cultiven ya en América. "Son variedades propias, no para comercializar fuera", criticó el gijonés Samuel Trabanco, el mayor productor de sidra de Asturias. "Es muy difícil controlar que una persona a nivel particular coja un injerto y lo lleve a otro país". El objetivo, no obstante, es que los productores del otro lado del Atlántico puedan hacer bebidas "al estilo español", diferentes a las que hoy se comercializan en el sector. Sostienen fuentes del Principado: "Es mejor que reconozcan que nuestro producto es singular a que nos dejen al margen, cuando también han seleccionado variedades inglesas y francesas". O vascas. Desde el Consejo Regulador de la DOP "Sidra de Asturias" inciden en que no cabe arredrarse ante el éxito en su posicionamiento internacional de los caldos elaborados en el País Vasco pues su reciente impulso a un marchamo de calidad tiene precedente en el Principado hace ya catorce años. El ritual de la sidra asturiana, prosiguen los lagareros de la región, presenta "un valor comercial impagable cuando se trata de conquistar mercados inéditos". Y añaden: "Tenemos un producto de singularidades únicas" que funcionaría como "abrelatas perfecto" para dar a conocer las bondades del Principado. De ahí, concluyen, la importancia de dotarse de "una buena estrategia de comunicación" para que la sidra asturiana llegue a todos los rincones del mundo.

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