La supresión de las esperas de más de seis meses para operarse parece haber sido un espejismo primaveral que el verano ha evaporado. El pasado mes de junio finalizó sin ningún enfermo que llevara más de 180 días aguardando una intervención quirúrgica en un hospital público asturiano. Era la primera vez en cinco años que tal cosa sucedía. Sin embargo, en los meses sucesivos el epígrafe de más de seis meses ha vuelto a aumentar, situándose en 84 pacientes a finales de julio, 251 a finales de agosto y 422 a finales de septiembre, mes cuyos datos acaban de hacerse públicos.
Las cifras de la Consejería de Sanidad señalan que a finales del mes pasado 17.695 asturianos esperaban una operación, 64.031 una primera consulta y 27.588 una prueba diagnóstica. En total, 109.314 usuarios estaban pendientes de una prestación sanitaria especializada. Los meses de verano no son, tradicionalmente, positivos para las listas de espera sanitarias. Es ahora, en octubre y noviembre, meses sin fiestas ni largos puentes, y con la mayor parte de la plantilla de profesionales en activo, cuando al sistema sanitario le toca recuperar parte del terreno perdido. Por el momento, no se ha cumplido el vaticinio de las autoridades del sector, que hablaba de mantener a cero el contador de más de medio año para esperas quirúrgicas. Habrá que ver cómo evolucionan las cosas en este último trimestre del año y cómo finaliza 2017.
De la cifra total de 422 en espera de más de seis meses para pasar por el quirófano, la mayor parte -343 enfermos- corresponden al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA); 50, al Hospital Monte Naranco (Oviedo); 17, a Jove (Gijón); y 12, al Hospital de Arriondas. Por especialidades, las más numerosas entre las demoras quirúrgicas superiores a 180 días son traumatología (104 pacientes), cirugía general y digestiva (83) y cirugía plástica (67).
Del total de pacientes en espera para operarse en un hospital público de Asturias (17.695), casi la mitad surgen de sumar dos especialidades: traumatología (4.253) y oftalmología (4.072). De otra parte, de agosto a septiembre ha disminuido el volumen de enfermos que están a la espera de operarse porque previamente rechazaron una intervención en un hospital distinto al suyo: han pasado de 2.261 a 2.251. Además, 1.650 enfermos están en espera porque son considerados "transitoriamente no programables".
