Raquel Suárez Vázquez siempre supo muy bien lo que quería. Al terminar sus estudios decidió prepararse como profesional de la peluquería, y así lo hizo en Mieres esta joven nacida en Pola de Lena. "Yo siempre quise ser peluquera y es lo que soy. Llevo once años, de los que los últimos cinco estoy al frente de mi propio establecimiento en Bárzana, y el balance de este tiempo aquí no puede ser más positivo. Yo toda la vida trabajé, primero en Pola y luego en Gijón. Mi marido siempre me animó a emprender aquí, de hecho ha sido mi gran impulsor con mi negocio", señala esta joven emprendedora rural, a quien el amor y el matrimonio la llevaron a vivir y a trabajar en la tierra de Vicente, su marido.
Esta lenense es una firme convencida de que se puede emprender en los pueblos, como es su caso. En este sentido afirma: "Yo animo a todo el mundo a abrir negocios en los pueblos y a tirar por ellos. No es fácil, pero tampoco lo es en la ciudad. Yo creo que mi profesión tiene cabida en los pueblos con cierto número de población que no cuentan con este servicio", señala esta joven que, además de clientela de la capital quirosana, también se ha hecho con clientes de diferentes pueblos del entorno, además de otros que le llegan, inclusive, de Pola de Lena. "Tengo clientes de todas las edades, desde que abrí la verdad es que no me puedo quejar", matiza esta mujer que, tras ser madre de Nel, de 21 meses, compagina su maternidad con su profesión. "Antes cerraba sólo los lunes, pero ahora, para poder estar más con mi hijo, abro de miércoles a sábados, este último sólo por la mañana".
Su local se abre en donde antaño se ubicaba la vieja cárcel local, tal y como le recordaron algunos vecinos de más edad que tiene como clientes. "Antes hubo aquí otro negocio. Lo cambiamos todo y lo redecoramos e hicimos obra para convertirlo en lo que es hoy", recuerda esta joven al frente de Peluquería Raquel Suárez, abierta en una zona antigua de Bárzana, en el centro del pueblo. Su vida transcurre entre esta localidad y Llanuces, donde vive con su marido y donde ambos han comprado una casa que está prácticamente rehabilitada. "Yo estoy encantada viviendo aquí, soy una mujer que se adapta bien a los cambios. Me encuentro tan feliz en Llanuces que a veces me dice mi marido que salgamos por ahí a dar una vuelta y yo digo que no, que dónde vamos a estar mejor que en casa, con esas vistas y esa tranquilidad. Además estoy a doce minutos en coche de Pola de Lena, adonde voy todos los lunes. Yo estoy encantada".
