La muerte, en enero de 2014, de una niña al caerle encima un televisor, (Llanera), conmocionó a la región. La Guardia Civil estimó que se había tratado de un desgraciado accidente.

Se inició entonces un pleito con la aseguradora Ocaso. La compañía entendía que no se había producido ninguna responsabilidad por parte de los propietarios de la casa y que se trataba de un accidente fortuito.

Casi cuatro años después, la Audiencia de Oviedo ha fallado que la aseguradora tiene que pagar 160.000 euros a los progenitores de la niña, en un fallo que recoge la TPA. La magistrada considera que se produjo una negligencia, ya que la menor tendría que haber estado vigilada por un adulto. Se produjo por tanto una responsabilidad que tiene que ser cubierta por el seguro. En cuanto a que no estaban incluidos los descendientes en el contrato de seguro, el tribunal falla que no se informó de lo contrario al suscribirlo.