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TANIA FERNÁNDEZ NAVARRO | Doctora en Biología, directora de Criogene

"Conservar el ADN será una rutina y la mayor demanda se producirá en los tanatorios"

"Las muestras genéticas ofrecerán grandes opciones para la medicina preventiva y personalizada"

Tania Fernández Navarro. LUISMA MURIAS

Tania Fernández Navarro (Avilés, 1985) es licenciada y doctora en Biología, y máster en Biología Funcional. Es la directora de Criogene, el primer banco de ADN de titularidad privada que surge en Asturias. Está emplazado en el Vivero de Ciencias de la Salud, en La Corredoria (Oviedo). La propia Tania F. Navarro, junto a Fernando Sicilia y Roly Rodríguez, aportan el 60 por ciento del capital. El 40 por ciento restante corresponde a Funerarias Reunidas.

- ¿En qué consiste este proyecto?

-Criogene es un laboratorio que nace con el objetivo de poner al alcance de todas las personas la capacidad de guardar su ADN y el de todos sus seres queridos, para tenerlo disponible cuando les sea de utilidad. Cuantas más muestras de ADN tengamos, de más familiares, mayor cantidad de información tendremos.

- ¿Y eso significa?

-Más posibilidades de prevenir, tratar e incluso curar enfermedades. A nuestros clientes les recogeremos una muestra de saliva.

- ¿Qué usos considera que serán los prioritarios?

-Pienso que las cuestiones de salud, tanto la propia como la de nuestros descendientes. Ése es el principal objetivo. Pero hay muchas otras aplicaciones. El ADN es como un libro en el que, con cuatro letras, está escrita toda la información de una persona, y que además es única de cada individuo. Se habla de huella genética, y lo es: como una huella dactilar, no hay dos personas con la misma información. También servirá para identificación de cuerpos, ahora que tienen tanta resonancia las desapariciones de personas. En el caso de técnicas de reproducción asistida en las que han intervenido donantes puede darnos mucha información. También sobre niños adoptados de cuyos padres no existen datos. En casos de accidentes, de profesiones de riesgo? Tener el ADN supone disponer de la información esencial de la persona.

- ¿Qué es físicamente un banco de ADN?

-Es un laboratorio dotado de una serie de congeladores a distintas temperaturas. En nuestro caso, además, en distintas ubicaciones por motivos de seguridad.

- ¿Distintas ubicaciones?

-Vamos a tener una copia en la Universidad de Oviedo para posibles problemas que puedan surgir: incendio, fallo eléctrico? Siempre habrá una copia externa por motivos de seguridad. Cada muestra se guarda en unos tubitos de milímetros.

- ¿Qué nivel de demanda vaticinan?

-Pensamos que la mayor complicación estriba en dar a conocer a la población qué es el ADN y por qué es tan importante conservarlo. A medida que la sociedad se conciencie, la demanda aumentará. Lo inmediato es una labor pedagógica, y con el tiempo la conservación de ADN será una práctica rutinaria. Entendemos que la mayor demanda se producirá en los tanatorios. De hecho, uno de nuestros socios es Funerarias Reunidas.

- ¿Siguen ustedes algún modelo?

-En España existe una red nacional de biobancos, a la que también pertenece Asturias. Lo que hacen es conservar muestras biológicas de todo tipo de personas que tienen algún tipo de enfermedad. En el momento en que la persona dona esa muestra, la muestra se convierte en anónima y pasa a ser empleada para investigación, de modo que la persona pierde la potestad sobre ella. En nuestro caso, la muestra siempre queda asociada a esa persona, y en vez de ser para investigación global es para investigación sobre ella y su familia.

- Habrá que extremar las cautelas jurídicas y éticas. En ese banco habrá información muy sensible.

-Llevamos muchos meses trabajando con juristas que han ido redactando todos los contratos. Tenemos un sistema de trazabilidad que sigue estrictamente la cadena de custodia. Todo se ajusta a la Ley Orgánica de Protección de Datos.

- ¿Quién tendrá acceso a esos datos?

-El titular de la muestra.

- ¿Y si se muere?

-Pasaría a la otra persona que ha sido autorizada en el momento de la firma del contrato.

- ¿Y si mueren los dos en un accidente de tráfico?

-Se llevaría a cabo el mismo procedimiento que en las herencias.

- ¿Cómo es el contrato?

-Los contratos se firmarán para diez años. Una vez transcurridos, si no se hubiera empleado esa muestra, enviaríamos una carta al cliente para que determine si renovamos el contrato, si quiere que pase a otra persona o si prefiere que se destruya la muestra.

- ¿Coste del servicio?

-La cuota es de 350 euros para diez años. O sea, 35 euros al año. En un primer momento, ofreceremos sólo este servicio: custodia de ADN. En el futuro, planeamos ofertar más prestaciones, pero preferimos dar pasos pequeños y seguros. Pensamos que, en muy poco tiempo, la disponibilidad de muestras de ADN ofrecerá enormes posibilidades para la medicina preventiva, predictiva y personalizada.

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