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El valle en el que se quería recuperar el lago Ándara, tercero de los Picos, contaminado por metales pesados

Un informe alerta sobre las elevadas concentraciones de plomo, mercurio, cinc, cadmio, aluminio, arsénico, níquel y talio

Había más que simples "reparos" de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) en torno a la recuperación del lago Ándara, en el parque nacional de los Picos de Europa. Había mucho más: altas concentraciones de metales pesados, plomo, mercurio, cinc, cadmio, aluminio, arsénico, níquel y talio, tanto en el agua como en las escombreras de la vega afectada. De hecho, la Confederación sostiene que esos terrenos deben ser declarados "suelos contaminados", según figura en un informe al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA. Y concluye que el proyecto para recuperar el lago, desaparecido hace un siglo a causa de la actividad minera realizada en su entorno, no permite garantizar que se cumplan las normas de calidad ambiental para aguas superficiales, ni la no afección a las aguas subterráneas y al manantial que da origen al río Urdón.

Los dirigentes del parque habían anunciado el pasado día 15 que suspendían la recuperación del lago Ándara. Lo anunciaron de soslayo, como si ya no interesara un proyecto que habían vendido hace unos años a bombo y platillo y cuyas obras llegaron a anunciar para el año pasado. No dijeron toda la verdad: ocultaron la imposibilidad de recuperar el lago en las actuales condiciones, porque hacerlo implicaría un desastre medioambiental, pues podrían contaminarse todos los suelos y las aguas de la zona.

El informe afea que no se hayan comparado las mediciones realizadas con las normativas adecuadas. La Confederación analizó tres documentos: el proyecto "Recuperación del lago Ándara 2017" y dos estudios, uno del lnstituto Geológico y Minero de España y otro del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo.

La Confederación critica que el estudio hidrogeológico compare la concentración de metales en aguas superficiales y subterráneas de la zona con los límites establecidos en la legislación vigente para aguas de consumo humano, y no, como debería haberse hecho, con las normas de calidad ambiental para aguas superficiales y subterráneas. La Confederación es clara: los niveles de cadmio y plomo superan el máximo permitido en aguas superficiales. Y no se acredita que se cumplan los niveles de mercurio.

Por el contrario, no se detectan incumplimientos de los valores umbral establecidos en la legislación para las masas de agua subterránea. Pero hay otro problema en relación las aguas que discurren bajo tierra y, en concreto, con el lago y la cueva en la que nace el Urdón, pues los ensayos realizados no permiten concluir si existe conexión entre ambas.

Sobre el estudio de la Universidad de Oviedo, la Confederación destaca que se han analizado materiales procedentes de tres escombreras ubicadas en la vega del Redondal, que serían cubiertas por el agua en el caso de que se recuperara el lago Ándara. Y de ese análisis se concluye que "elementos como el aluminio, cinc, cadmio, mercurio y plomo se encuentran en los sedimentos en concentraciones realmente elevadas y podrían suponer un problema ambiental de magnitud importante, sobre todo si estos metales consiguen entrar en las cadenas tróficas o permanecer en solución en el agua y percolar (filtrarse a través de un medio poroso) hasta los acuíferos".

Traducido: hay serio peligro de contaminación y podría afectar tanto a las aguas como a la flora, a la fauna y al ser humano. Las escombreras estudiadas sobrepasan ampliamente las concentraciones máximas permitidas de cinc, plomo, cadmio, mercurio y talio. "Esos metales, además son susceptibles de movilizarse en concentraciones que, salvo en el caso del talio que no se solubiliza, sobrepasan los niveles genéricos de referencia para suelos", destaca la Confederación, que concluye: "por tanto, las escombreras estudiadas son un área contaminada por metales pesados que además están actuando como fuente de contaminación difusa", así que podrían ser declaradas "suelos contaminados". De hecho, la Confederación ha puesto informado sobre ello al Gobierno de Cantabria para que actúe consecuencia.

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