T. CEMBRANOS

El director de cine estadounidense Woody Allen es un enamorado de Asturias y, por ese motivo, decidió filmar parte de su película «Vicky Cristina Barcelona» en la región para poder pasar más tiempo en el Principado. «Me encanta Asturias; es un paraíso. Si tengo que escaparme a algún lugar y esconderme del mundo para pasar allí el resto de mi vida, Asturias es la elección perfecta», confesó el director norteamericano a Natalio Grueso, director del Centro Niemeyer, durante su encuentro en el Festival de cine Cannes.

Allen hizo un hueco en su apretada agenda para recibir a una representación del centro cultural durante su estancia en la ciudad francesa, que estos días vive rodeada de glamour. En el encuentro aprovechó para echar piropos al Principado y asegurar que «tanto su clima como su gente son encantadores». «Fue fantástico rodar en Asturias; las localizaciones eran muy buenas y la gente fue muy amistosa y colaboradora. Fue todo muy fácil», agregó el cineasta americano. Por el momento, Woody Allen tiene previsto volver a visitar Avilés antes de que termine 2010, aunque aún no hay concretada una fecha.

El afamado director de cine también alabó y dio su beneplácito al futuro centro cultural Oscar Niemeyer, del que es miembro del consejo asesor. Allen aseguró que el complejo es algo «maravilloso». «Asturias es el lugar perfecto para él. El centro atraerá a muchos artistas y a mucha gente; será un plus enorme para la cultura europea y para la española. Para los que hacemos películas es algo muy bienvenido el disponer de un espacio tan prestigioso para el cine. Es apasionante hacer películas sabiendo que se van a exhibir en centros como ese», afirmó Woody Allen.

El encuentro entre el director estadounidense y los responsables del Centro Niemeyer se enmarcó en la presentación en el Festival de Cannes de la retrospectiva sobre el director de fotografía Carlo di Palma «Los colores de mi vida», que formará parte de la programación inaugural del equipamiento cultural avilesino el próximo año, y que también se verá en Roma y en Nueva York. Y es que Woody Allen y Carlo di Palma trabajaron juntos durante muchos años y el director no tiene más que buenas palabras cuando habla de su compañero y amigo.

«Trabajar con Carlo fue fantástico. Cuando hice mi primera película, "Coge el dinero y corre", le envié un telegrama pidiéndole que fuera mi director de fotografías, pero en ese momento estaba ocupado con otro trabajo. Muchos años más tarde tuve ocasión de trabajar con él y estuvimos juntos más de diez años. Sin duda, él fue uno de los mejores directores de fotografía de todos los tiempos. Hicimos películas fantásticas y nos convertimos en buenos amigos», comentó Allen.

La puesta de largo de la retrospectiva sobre Carlo di Palma en el festival de Cannes contó, además, con la presencia de su viuda, Adriana di Chiesa, que también confesó que le encantaba Avilés, una ciudad donde ha estado en varias ocasiones y a la que prometió volver. La ciudad francesa, además, fue también testigo de las promesas de colaboraciones futuras entre el Centro Niemeyer y la Fundación Rosellini.