E. C. / I. G.

«Al final, te acabas acostumbrando». Con esta tranquilidad reaccionó ayer el director general de Turismo y Patrimonio, José Luis Vega, ante la querella criminal interpuesta por el alcalde de Corvera, Luis Belarmino Moro. Y es que ya no es la primera vez que el actual regidor lleva al primer alcalde de este mandato a los tribunales. Según Vega, esta maniobra de Moro se debe únicamente a su deseo de conseguir «un puñado de votos», y se mostró dispuesto a aclarar cualquier tipo de dudas sobre los 14 meses que duró su gestión al frente del Ayuntamiento corverano. «Tengo la conciencia muy tranquila, no he dejado de dormir ni un día», aseguró.

Además, subrayó que todos los acuerdos tomados en relación a la negociación con la promotora Risco Alto para culminar la red de saneamiento de varios chalés en la cuesta de Los Campos fueron tomados por unanimidad y cuentan con todos los informes favorables pertinentes. «Lo de Moro es una estrategia de acoso y derribo».

En la querella presentada por Luis Belarmino Moro en nombre del Ayuntamiento se acusa a Vega, al edil socialista Rafael Alonso y a dos apoderados de la empresa, entre otros, de supuestos delitos de prevaricación, fraude, estafa y falsedad en documento público. El motivo de esta demanda se debe al pago de 220.000 euros por parte del Ayuntamiento para culminar la red de saneamiento de viviendas unifamiliares por la utilización de unos terrenos que, días más tarde, fueron objeto de una permuta, según la querella presentada por el Ayuntamiento. El dinero se empleó supuestamente para solucionar un problema surgido en el lugar donde estaba previsto realizar la conexión del ramal con la red general. Entonces, Sogetesa y Risco Alto acordaron constituir una servidumbre de paso. Ocho días después de aquel 2 de enero de 2008, Vega y la empresa firmaron una permuta de terrenos para que el terreno de la servidumbre fuera municipal.