La Peral, Vanessa PARAPAR

Sin mostrar preocupación alguna por el sol y la playa, una quincena de jóvenes de toda España comenzaron, esta semana, un campo de trabajo que tiene como objetivo realizar tareas arqueológicas en la iglesia vieja de La Peral, la de San Jorge de Sargos. Conocer Asturias, disfrutar del paisaje y un interés especial por la arqueología son el «leitmotiv» de los intrépidos voluntarios que pasaran unas vacaciones de verano alejados de los tópicos. «Vengo a esta iniciativa para conocer gente nueva y porque nunca había visto nada relacionado con la arqueología», comentó Serezade Castro, ilusionada con la iniciativa. Lucía Torres, otra de las participantes, añadió: «Hacer nuevas amistades y un interés especial por los temas arqueológicos fue lo que me motivó a inscribirme en este proyecto».

Bajo una mañana calurosa y, con los trabajos ya empezados, la directora de las excavaciones, Paula Bartolomé, explicó los objetivos del trabajo, ilusionada con el proyecto que hacía unas horas que había empezado. «Es la primera vez que se realiza en la comarca de Avilés un campo de trabajo arqueológico a nivel nacional, por eso estamos muy ilusionados», recalcó Bartolomé.

Asimismo, la directora de las excavaciones explicó que el lunes fue la primera toma de contacto con la Iglesia y con sus ruinas y, que en los días sucesivos los participantes de este proyecto estival limpiarán el interior de la capilla, así como las piedras del derrumbe.

Además, según palabras de la arqueóloga, en la zona norte han empezado dos sondeos con los que pretenden localizar los cimientos de los muros. Precisamente en enero se consolidaron los muros de la Iglesia gracias a una subvención de la consejería de Cultura. Pero, en esta ocasión, las excavaciones están financiadas por el Instituto asturiano de la Juventud, el Ayuntamiento de Illas y las asociaciones de vecinos del concejo.

Debido al trabajo realizado en invierno, se obtuvieron referencias de que la Iglesia se documenta en el siglo XIV pero, según Bartolomé, se sabe que, por la planta y los muros, la capilla es anterior; concretamente del siglo XII. «Por lo tanto, con los trabajos que empezamos a realizar hoy, queremos aportar más datos sobre su cronología», afirmó la arqueóloga. Asimismo, otro objetivo del campo es localizar enterramientos y ver cómo era la estructura interna de la iglesia, su pórtico, distribución y todos los demás elementos que formaban el primitivo templo de La Peral.

Además, los jóvenes también tendrán tiempo para diferentes actividades culturales y etnológicas.