M. PÉREZ

Los cocineros Pedro y Marcos Morán, ex gestores de los espacios de hostelería del Niemeyer, han ganado en los tribunales el primer pleito interpuesto contra la Fundación del centro cultural. Según explicó ayer el abogado de la familia, Jesús Blanco, la sentencia -no es firme y contra ella cabe un recurso- obliga a la Fundación a pagar a los Morán15.000 euros por los servicios prestados con motivo de la inauguración del complejo. La siguiente audiencia previa en los Juzgados de Marcos del Torniello será este viernes. En ella los Morán reclamarán otros 11.000 euros por las inversiones que realizaron en el centro, así como una indemnización de 100.000 euros, según concretó Blanco.

La familia Morán abandonó el complejo cultural de la ría a principios del pasado agosto, cuando apenas se habían cumplido seis meses de la concesión del contrato. Poco trascendió entonces de los motivos que llevaron a los prestigiosos cocineros a tomar tal decisión. Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA en base al proceso judicial abierto, las diferencias entre el ex director de la Fundación del Niemeyer, Natalio Grueso, y los Morán fueron constantes por los supuestos incumplimientos del contrato. Los ex gestores del Niemeyer aseguraron en su día a este periódico que «el cumplimiento de las obligaciones de la sociedad Morán Gastronomía fue un absoluto desastre, generador de problemas y de continuas discusiones y conflictos».

La relación entre los Morán y Grueso se rompió de forma definitiva el 29 de julio, tras una «fiesta de verano», según trasciende en la demanda. La Fundación argumenta que el 3 de noviembre pagó a los Morán 10.000 euros por la liquidación pendiente y que sólo debe «unos mil euros, pero siempre y cuando se emita la correspondiente factura por parte de Morán Gastronomía». Asimismo, los ex gestores del Niemeyer, por su parte, sostenían en este pleito que «Morán Gastronomía» incumplió el contrato suscrito, por lo que «ante la ausencia de factura es imposible que (la entidad) haya podido cumplir con la totalidad de los pagos».

El patronato del Niemeyer presentó el lunes un concurso de acreedores para hacer frente a su deuda, más de 1,6 millones de euros de los que 1,1 son pagos pendientes a proveedores. Así, la Fundación debe 250.000 a una agencia de viajes, 150.000 a una empresa de limpieza, 90.000 a una academia de música y una larga lista de facturas de hasta 45.000 euros a empresas de hostelería u organización de actos. Además, la entidad adeuda 500.000 euros a Liberbank por un crédito. Esa cuantía era de 800.000 euros en 2011, pero la entidad bancaria entregó los 300.000 euros de aportación como socio que le correspondían ese año para organizar actividades e inmediatamente se lo ingresó de vuelta como pago por lo que le debía la Fundación.