A. P. GIÓN

La preocupación entre los representantes de los trabajadores por la contaminación de mercurio en las plantas de tostación de Asturiana de Zinc (Azsa) no hace más que crecer. Las secciones sindicales reclaman información a la dirección de la fábrica de San Juan y la contaminación por mercurio que afecta ya a 32 trabajadores de una subcontrata de Azsa causa gran inquietud también en el gobierno del Principado, admitieron medios próximos al Ejecutivo autonómico. Los servicios de inspección de trabajo, con el apoyo del Instituto de Prevención de Riesgos Laborales, llevan a cabo la investigación con el objeto de esclarecer las causas por las que los operarios que desmontaban tuberías en la planta de tostación terminaron con niveles de metales pesados muy elevados en sangre.

Como informó este periódico, Azsa detectó a comienzos se este año contaminación de mercurio en el proceso de depuración de las plantas de tostación de calcine -óxido de cinc o blanco de cinc-, precisamente donde el pasado 2 de diciembre se produjo una intoxicación por metales pesados por la que tuvieron que ser hospitalizados siete de los 32 trabajadores que la empresa auxiliar Ingeniería y Montajes del Norte (IMSA) había destinado para la retirada de 3.400 tubos de uno de los intercambiadores de la planta de tostación número cuatro. Todos esos trabajadores, según las fuentes consultadas, presentan exceso de mercurio en sangre y orina.

La central mayoritaria, SITAZ, confía en obtener información oficial de la compañía en la reunión que mantendrá la dirección con los cuatro delegados de prevención de riesgos del comité de empresa, que pertenecen al sindicato independiente. «Pediremos que nos informen de los hechos, cómo evoluciona la investigación, si existe contaminación entre la plantilla...», apuntó el presidente del comité y delegado por el SITAZ, Roberto Suárez.

En CC OO protestan por el «oscurantismo» de la empresa y aseguran que no tienen más información que la que conocen por la prensa. «No sabemos nada de análisis de sangre, y también sabemos que habrá un reunión con la dirección por medio de los periódicos. Permanecemos a la expectativa, si no nos facilitan información seguiremos reclamándola y denunciando el oscurantismo de Azsa», señaló Ignacio Requena. Y añadió, aludiendo a la SITAZ: «Que la transparencia informativa llegue a todos los sindicatos, que no se quede en los de casa»,

Información de la empresa reclaman también desde las secciones sindicales de la UGT y la USO. «No se nos ha dado ningún tipo de informe, de explicación oficial, y ya han pasado casi cinco días desde los primeros ingresos. Las analíticas reflejan índices muy altos de contaminación. Consideramos necesario que se realice un control exhaustivo a los operarios que trabajan en ese entorno», apuntó el ugetista Javier González Fernández. «Esto es gravísimo», ya apuntó hace unos días un portavoz de la USO.

El accidente del mercurio se descubrió el pasado 2 de diciembre (el envenenamiento pudo haber tenido lugar días antes). Varios empleados hospitalizados trabajaron dentro del intercambiador, que es un silo lleno de tubos que deja libre un círculo de algo más de dos metros de diámetro. Sin embargo, no fueron únicamente los que trabajaron dentro de esos silos los envenenados. También los que permanecían en el exterior.