Luanco,

Braulio FERNÁNDEZ

La guerra del pulpo entra en su fase decisiva. A las acusaciones de los restauradores luanquinos y la Hostelería de Asturias por la instalación de una pulpería ambulante durante las fiestas del bonito o de El Carmen, al considerarla competencia «desleal», ahora se suma la crítica política. Y ha sido Izquierda Unida, la que tras solicitar los permisos de los puestos ambulantes en el Ayuntamiento, ha alzado la voz al comprobar que no consta permiso del polémico pulpero.

«Nuestro grupo municipal solicitó toda la documentación relativa a la ocupación de vía pública tanto de los puestos de venta como la pulpería, o los puestos de artesanía, durantee las fiestas del verano, el festival del bonito, o las fiestas de El Carmen, nos encontramos que por vía oficial, en el Ayuntamiento solo consta que obtuvieron los permisos dos vendedores de globos y una churrería. Del resto no hay nada», aseguraba ayer Isaac Frade.

«Desde IU exigimos una aclaración coherente y documentada de esta situación, ya que tiene toda la pinta de escándalo con mayúsculas», asegura. Y es que la inexistencia de los permisos en el Ayuntamiento solo deja «dos opciones de interpretación», según Frade: « O no se les cobró nada por esta ocupación de vía pública, lo cual incumple las ordenanzas y es un asunto grave, o aún peor, se cobró de manera no oficial, sin que conste en el registro de recaudación, sin saber a dónde fue el dinero, con lo que el asunto sería aun más grave».

A principios del mes de julio, los empresarios gozoniegos apoyados por la asociación Hostelería de Asturias criticaron la instalación de un puesto de pulpo en el parque Zapardel en pleno festival del bonito «porque genera competencia desleal». Y siete días después, la historia se repitió con otro puesto similar en el muelle viejo dentro del mercado marinero previsto para las fiestas de El Carmen.

«Estas empresas ambulantes vienen a Luanco a lucrarse y no pagan ningún tipo de impuesto en el concejo como hacemos todos los que nos dedicamos a la hostelería y otros quehaceres», ya reclamaban entonces los hosteleros. Izquierda Unida sospecha, a la vista de la documentación, que esa denuncia puede tener sostén real.

Los empresarios confían en que sus críticas hacia la instalación de puestos ambulantes de comida hagan, al menos, reflexionar al gobierno, en manos del PP, con el fin de que esta polémica no se vuelva repetir en próximas celebraciones en la capital del concejo.