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El flautista que deslumbra en Singapur

El avilesino Roberto Álvarez empieza esta misma semana una gira por Australia en la que presentará su último disco y en cuyo repertorio incluye temas de compositores asturianos

Roberto Álvarez posa con el Centro Niemeyer al fondo en una imagen promocional.

Es avilesino de nacimiento pero actualmente vive en Singapur. Y además toca la flauta. Roberto Álvarez nació en la villa hace ya 37 años, y de ellos lleva ocho por el mundo haciendo lo que más le gusta: música. Aunque reconoce que echa de menos la "tierrina" (sobre todo a la familia) y no descarta volver en el futuro, también asume que la mudanza no se va a producir a corto plazo. "En Singapur estoy muy agusto, siempre me han recibido con los brazos abiertos; creo que de momento me quedaré por aquí", explica en una conversación que se produjo a más de once mil kilómetros de distancia.

Su aventura en el mundo de la música empezó a una edad temprana; según cuenta, cuando tenía "ocho o nueve años". Fue entonces cuando ingresó en el conservatorio municipal Julián Orbón de Avilés, su primer contacto con el mundo profesional. Antes había estudiado solfeo a las órdenes de Gonzalo Casielles, considerado por muchos, entre ellos el propio Álvarez, como el profesor de la especialidad "por excelencia" en Asturias.

Y quién le iba a decir al propio Casielles que ese pequeño que hace años daba sus primeros pasos con la flauta a sus órdenes estaría hoy afincado en Singapur viviendo de lo que él mismo le enseñó. Y su currículum está de momento bien nutrido. Desde hace ocho años, Álvarez es solista de piccolo y flautista en la Orquesta Sinfónica del país, y a la vez compatibiliza su labor como músico profesional con la docencia en varios centros. Pero su pasaporte no solo tiene el sello de Singapur, sino que también hace sus pinitos en Australia. Es allí donde esta semana empezará a impartir alguna "masterclass" y cursos de flauta.

Antes de afrontar su aventura asiática, Roberto Álvarez formó parte de la Orquesta Sinfónica del Algarve, en Portugal. Asimismo, hoy puede presumir de haber actuado en toda Europa y en bastantes países de Asia. ¿Su último concierto en tierras europeas? Nada menos que en el Royal Albert Hall londinense, la centenaria sala de conciertos británica, con la Orquesta de Singapur en los Proms de Londres. Todo parece indicar que este avilesino no tiene techo.

Su siguiente aventura pasa una vez más por Australia. En unos días comienza una gira en la que viajará por el país y actuará acompañado de Katryna Tan, una de las arpistas con mayor proyección de Asia. "Tocamos juntos por primera vez en uno de mis primeros conciertos en Singapur y desde entonces nos hemos encontrado en muchas ocasiones", expone. Esta gira en concreto, en la que presenta su nuevo disco titulado "La Noche" (un trabajo que mezcla música de flauta y arpa), constará de una serie de exhibiciones en ciudades tan importantes como Melbourne, Devonport, Hobart o Sydney.

Y como buen asturiano, aunque sea en la otra punta del mundo, siempre tiene al Principado en mente. Versiones de músicos astures estarán incluidas en el repertorio. Notas de Jorge Muñiz, Ignacio Rodríguez Guerra, Miguel Prida, Fernando Agüeria y del propio Gonzalo Casielles sonarán próximamente en Australia. "En el proyecto propuse a compositores que crearan una obra que versara sobre 'La Noche', y la verdad que fue una experiencia muy interesante", asevera Álvarez, ansioso por dar a conocer la música de su lugar de nacimiento en su patria de adopción.

Por mucho que su tierra natal esté siempre presente, Singapur tiene poco que ver con Asturias. "Aquí decimos que es un poco Asia para principiantes; que el inglés sea uno de los cuatro idiomas oficiales ayuda mucho, pero aunque ya llevo un tiempo aquí aún me quedan muchas cosas por descubrir", subraya. Aunque de momento la villa solo es su lugar de vacaciones, Álvarez opina que hay "excelentes plataformas" en Avilés para dar conciertos, y que estaría encantado de dar uno. Pero eso tendrá que esperar, al menos hasta que finalice su viaje por la tierra de los canguros.

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